Nuestra casa

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"Los últimos inquilinos se suicidaron" decía una nota en el contrato. Entre empujando la puerta, que por el tiempo ya esta muy débil y podrida, se sentía un ambiente extraño, muy pesado que me ponia de nervios. Todos los muros estaban graffiteados, algunos se veían recientes, otros descoloridos todos sobre otros, pero el que más llamó mi atención en el momento fue uno que estaba en el muro de la sala, era el único que estaba en esa pared blanca. Decía en letras rojas y goteadas "not dwell" no sabía porque decía eso y porque era el único, pero no le di importancia alguna. Me dedique a limpiar un poco el lugar, parecía haber estado abandonada por mucho tiempo, dado que solo fueron unos pocos meses. comencé por el cuarto donde dormiría, estaba sumamente sucio, mucha basura de comida, latas de pintura y bebidas, algunos insectos, telarañas y en un rincón una pila de condones usados. Tardé en limpiar el pequeño cuarto una hora, terminé muy cansado y con unas ganas enormes de vomitar, no creí que la sociedad fuese tan asquerosa, yo en mi vida había dejado un condón usado en "la escena del crimen", aparte de que podrían descubrirme, por decencia.

Tire mi maleta, que por estar llena de ropa era suave y cómoda, recoste mi cabeza sobre ella usandola de almohada, cerre los ojos intentando dormir, pero minutos después mi celular sonó, mi hermana llamo.

- ¿Cómo éstas? ¿Ya llegaste?

- Si, ya -le contesté adormilado- esta hecha un basurero, la purta a punto de caer y hay arte moderno en todas las paredes

- Es tu culpa, tu fuiste quien la compró sin verla, solo por barata

- ¿Me vas a reclamar? Todavía de que tu me sacaste de la casa

- ¡Si, así aprenderás a ser adulto!

- ¡Tu tienes diez y siete años y ya con un hijo!- le grite muy enojado.

Solo escuche un pequeño sollozo de llanto antes de que me colgará. Tiré mi celular a un lado y me decidí a dormir. Por hoy ya era todo.

Desperté con el Sol y los ruidos de la calle, eso fue otro error mío, la casa estaba sobre una de las avenida principal, personas histéricas en sus tumbas de "metal", algunos estúpidos gritando sin consideración alguna. Me levante y tuve que seguir limpiando todo, no sabía donde comenzar, todo parecía igual de sucio, desordenado y hecho por la misma asquerosa persona, decidí seguir por la entrada principal, desde donde se veían esas letras rojas, "not dwell" ¿Porque en inglés? y ¿Porque ahí? Un vándalo, un "artista", sea como sea intentaré borrarlo, se puede ver desde la entrada, la cocina, las escaleras, practicamente toda la planta baja. Me la pasé limpiando casi desde que desperté, salí a comer en la tarde, al regresar, mi ropa estaba tirada por toda la entrada.

- Pero ¿como paso? ¿Alguien entro? ¿Pero la puerta estaba cerrada?- me empecé a preguntar en voz alta

- Cerrada, pero yo estaba adentro- me respondió una voz timida y apagada

Di mil vueltas a la casa buscando a alguien, cerraba cada habitación para que no entrara ni saliera de alguna, ¿Habra sido mi imaginación? ¿Estaré perdiendo la razón como mi madre? No entendía nada.Resignado dejé de buscar y me recoste en el piso cerca de la pared con el graffiti rojo, me quede viendolo por un tiempo hasta que no pude aguantar más y me dormí.

- ¿Tan rápido dejaras de jugar?- me dijo la misma voz, ahora la escuche más clara, se escuchaba como una chica no mayor a mi

- Y ¿Que estamos jugando?- pregunté con sarcasmo

- Al escondite- me contestó riendo

Me paré como loco buscando a esa chica, en ese lugar no había nadie más que yo, no sabía donde más buscar y recorrí toda la casa mil veces y nada de nada. Otra vez me resigne y me senté recsrgado en la pared del graffiti. Mi celular sonó, mi hermana me hablaba nuevamente, tal vez para reclamarme de lo de ayer.

- ¿Que quieres ahora- pregunte un tanto molesto

- ¿Quería saber si estas bien?- dijo con voz cortada

- Si ¿Porque? ¿Ha pasado algo?

- ¡Si, idiota! -dio una pausa y grito- Murió, yo no pude hacer nada, solo murió

- ¿Quien murió? ¿La maldita?

- ¡No, murió Henrry!- grito en llanto y colgó.

No creía eso, y supongo ella menos, que su novio muera debe de ser un golpe fuerte, pero era todo un imbécil, solo tomaba y dormía, le robaba dinero a mi hermana y la trataba como si fuese un objeto más de su propiedad, si bien Brenda se dejaba, no era motivo para golpearla y violarla cada que se pasa de copas.

Traté de no pensar en eso, solo me concentre en dormir.

Un sonido me despertó, salia del muro a mi espalda.Me paré lo más rápido que pude, vi el muro y poco a poco se derrumbó frente a mi.

-¿Que es esto?- grite desesperado, solo escuchaba gritos de una chica, que apesar del escándalo del muró se escuchaban perfectos.Por fin dejaron de salir escombros, el graffiti seguía ahí, no se movió, como si estuviese colgada, me acerque para tratar de tirarla, pero solo la atravesaba, ni podía sentirla por más que trataba de agarrarla era como intentar tomar humo, pero el humo se mueve con tus manos, este no, se conservó perfectamente, mientras asimilaba todo esto, una voz empezó a llamarme, caminé a las escaleras y ahí una figura brillante se acerco a mi y desapareció, di un paso adelante y todo empezó desplomarse en un espacio negro, choque con un pedazo de escalera. Y desperté.

Todo lo soñé, la pared seguía bien, las escaleras igual, todo estaba como debía, hasta el graffiti.Esta tardé lo borraré, me pone de nervios.Limpié todo lo que pude de la planta baja, quedo sino bien ya mejor que cuando llegue, a la puerta le cambie las visagras, coloqué focos nuevos y con una lata de  aerosol blanco tapé el graffiti, me senti más tranquilo, por fin dormiría tranquilo.Nuevamente salí a comer algo, no tarde mucho, menos de media hora y cuando regresé, ahí estaba otra vez, parecía que rasparon en la pintura, dejando ver el letrero de "not dwell" en letras rojas. Busqué entre lo que había comprado una botella de tiner. Lo encontré debajo de unas cajas vacías, lo tomé y fuí a la pared y se la arrojé, no me importaba la pintura, ni el piso, de toda forma los tenía que cambiar.Ya mojada la pared tome un trapo y lo empecé a restregar por el graffiti esperando que se borrara y nada, solo conseguí romper el trapo y marearme, no se borró.Desesperado tome un martillo y lo arrojé a la pared, esta se agrietó y dejo caer una capa de polvo, con el cual se sellaron las grietas.

- ¿Porque compré esta casa? ¿Porque?- me decía una y otra vez

- ¿Ya no quieres jugar?- me dijo esa voz - esta bien- apareció enfrente de mi una chica como de diesinueve años, baja, cabello largo y ondulado- me rindió- sonrió y se desvaneció.

Nuestra casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora