Mujeres

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Desperté al día siguiente por el sonido de los coches, es molesto, pero me acostumbraré. Abro los ojos poco a poco, ya que me dormi bastante tarde por pensar en Daniela y Esmeralda, pense en el pasado de una y en el futuro de la otra.

Bajé buscando mi lap, quería buscar más de Esmeralda, la busqué entre mi ropa, pero lo único que encontré allí fue un olor desagradable, no había lavado mi ropa desde que llegué.Tome un poco de dinero y me dirigí a una lavandería que vi cerca de la cafetería del otro día. Entré dando vuelta al lugar con la mirada, muchas lavadoras y secadoras apiladas, unas cuantas en el centro, una máquina con sobres de detergente y jabón, puse mi ropa en una lavadora vacía en una esquina y me fui a sentar en unas bancas que se hallaban casi al entrar.Me puse unos audífonos y con eso me desconecte del mundo, no se porque pero me temía que Emma llegase.Y efectivamente, la vi entrar, fue a una esquina a poner su ropa en una lavadora, se volteó y caminó a mi, en un patético intento de no ser visto, baje la mirada, pero fue muy tarde.

- Hola- me dijo a la vez que trataba se besarme la mejilla izquierda

- Hola- conteste y heche para atrás- no acostumbró a saludar de esa manera

- Oh, esta bien- sonrió y se sento a mi lado- y ¿porque no me dijiste que tenías que lavar ropa?

- Es algo personal, por eso no te dije- sonreí- Eres muy entrometida ¿No?

- Tanto me entromero yo, como tu divagas- me contesrto con una sonrisa- ¿No lo crees?

- Bueno, tal vez- sonreí y miré al suelo, sin decir nada más. Ella comprendió que no quería hablar. Suspiro después de un rato de silencio, me miró y dijo.

-Me recuerdas a un chico de mi secundaria, era como tu, retraído, que no se concentra, sarcástico. Y por eso te sigo, solo porque me recuerdas unos buenos momentos en mi vida

- ¿Soy como un remplazo?

- No, nada de eso, eres como una máquina del tiempo, que me hace recordar lo bueno de mi vida.

Puso su mano sobre la mía y me sonrió, hice ese gesto que uso como sonrisa y escuche un timbre que me indicó que mi ropa ya estaba lista. Me paré a sacarla y doblarla, para ya largarme, y sono el timbre de la lavadora de un lado, Emma se para y fue a ella.

- Mucha coincidencia para mi- dije sin esperar que me escuchará

- Si bastante, diría yo- contesto Emma mientras sostenía unas bragas rosas (bastante sensuales) con la mano izquierda- pero pues es un mundo lleno de ellas

- ¿Porque enseñas así tus bragas? ¿Que no se supone que son algo privado?

- Pero no las traigo puestas, no entiendo donde ves el problema

- ¡Ahg! Olvidalo, creo que no te importa, ¿No se de que me preocupo yo?

Rió y siguió sacando sus bragss y brasieres de la lavadora, eran de muchos colores, unas más llamativas que otras, pero unas llamaron más mi atención, eran unas bragas normales de color rosa, con un moño en la parte de adelante, es la primera vez que no veo puestas las bragas de una mujer, sin contar a mi hermana.

- ¿Que tanto le miras va mis bragas?- pregunto, con un tono de burla

- No nada, solo..- di una pausa pensando- no se que decir, solo las veía- me quede sin palabra, esas bragas me recordaron a Daniela, con frecuencia las usaba, claro no son las mismas pero son muy parecidas. Tome aire y dije- ¿Me acompañas a mi casa? Podemos pasar por un café de camino

-Si claro- me dijo feliz y extrañada, yo creo que por lo que dije, pues a mi igual me sorprendió.

Salimos de ahí y fuimos al café "Taza Buena", compramos unos cafés, ella pidió un frappuchino de caramelo y yo iba a pedir  mi clásico capuchino, pero no se porque no lo hice, pedí lo mismo que ella, tenía ganas de probar cosas nuevas, se me hizo bastante rara esa idea en mi, pero que más da, solo es café.

Salimos del lugar con el café en la mano y nos fuimos a mi casa. Al llegar recordé a Esmeralda, no se todavía que es lo que hace cuando no estoy,puede que salga o no se, pero da igual, llegué y subí mi ropa a mi cuarto, la mudanza aun no llega, así que nuevamente nos sentamos en el suelo, esta vez nos sentamos lado a lado, viendo la puerta.

-Estoy aburrida, cuenta algo- me dijo mientras se recargaba en mi hombro

-¿Como que te cuento? Puedes saber mucho de mi, casi no nos conocemos

-Tienes razón, mejor yo te cuento algo de mi- me empezó a contar su vida, era aburrido escuchar eso, divagé por mis pensamientos un rato, hasta que vi a Esmeralda, solo me veía y creo que se ponía celosa de Emma, pero que más da.

Vi a Esmeralda un rato y luego solo se fue, baje la mirada viendo a Emma y por el cuello de su blusa, pude ver un poco de su brasier, era azul oscuro con una línea de encaje negro, me dieron ganas de decirle que se le ve muy bien, pero preferí guardar el comentario.

-Te gusta ¿verdad?

-No se de que hablas

-¿Te gusta mi brasier?

-¿Como se te ocurre tal pregunta?

-Pues, noté como cambió tu respirar cuando lo viste, así que ¿Te gusta o no?

-Te viene bien - fue lo primero que pensé, estaba nervioso y no sabía que hacer, ni con Daniela me pasó, aunque prácticamente le mostraba sus bragas y brasieres a todo el salón, nunca sentí tal nerviosismo, puede que por lo mismo, como me veía los de Daniela casi diario no se me hacía raro, pero, es Emma, prácticamente la acabo de conocer y me pongo nervioso por ver su brasier. En eso siento como acaricia mi cuello con su mano pequeña y fría, al contacto sentí como me sonrojaba.

- Me pareces muy interesante, no se que tienes pero me llama la atención-dijo con una voz tierna y muy suave- y es raro, pero en verdad me recuerdas a ese chico pero a la vez son diferentes

-Claro que somos diferentes, el era alguien y yo soy alguen más-no pude decir nada más, solo eso salió de mi boca

-Estas muy nervioso-rió- ya besame.

Me incline un poco para besarla, al inicio fue muy dulce y tierno, pero se fue tornando un poco más movido y más frenético, hasta que me recosto en el piso y se acosto en mi, separe el beso por un momento para respirar bien.

-¿Por que fue eso?-pregunté recuperando el aliento

-No lo se, solo me deje llevar-contesto jadeante- nunca lo he hecho y tu ¿Ya lo has hecho?

-No nunca, apenas y he besado a alguien- solté una risa y la miré a los ojos.

Me siguió besando un rato, hasta que poco a poco fue entrando en mi pantalón, muy lentamente lo desabrochó y lo jaló, ella hizo lo mismo con su pantalón tan pegado, quedo en bragas y yo en boxer, nos contemplamos, creo hasta ahora que preguntandonos si era el momento y persona indicada, me beso una vez más y toco mi entrepierna con sus manos y lo hicimos, justo en el piso de mi nueva casa, que no es solo mía y puede que otra persona viva en ella, o eso es lo que espero.

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⏰ Última actualización: Feb 25, 2014 ⏰

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