Prólogo

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21 de Marzo, 2015
11:36 p.m.

-¡Oh, porfavor! La noche es joven -Erick se colgó de mis hombros pegándome a su cuerpo- y esto -señaló nuestros tragos- acaba de comenzar.

-Chicos yo-

-Tu nada Ethan -me reprendió Zack- prometiste pasar la noche con nosotros y lo harás -se empujó hacia adelante apoyando sus brazos contra la mesa- además es tu primera salida en años comelibros. Debes disfrutarla.

-No me llames comelibros -refunfuñé entre dientes mientras sonrió malicioso llevando el vaso a sus labios.

Me oí suspirar.
Había bebido mi sexto shot de tequila y francamente sentía que no podría soportar saborear siguiera una gota más de aquel amargo líquido que corría plácidamente por mis venas.
Mis ojos estaban nublados y procuré cerrarlos en un intento de retener el constante mareo que me había producido.

Se sentían exquisitas estas horas de libertad, apartado del estudio y mi habitación; y honestamente quería seguir en el alcohol pero mi conciencia me lo impedía.
Sabía que debía detenerme, regresar al dormitorio y despejar el cuerpo del tequila alistándome para el examen de Química Avanzada, pero extrañaba esto, las salidas espontáneas sin un plan asegurado que lo único que me aseguraba era una linda resaca de la cual me lamentaría todo el día.
Pero aquello no me retenía, necesitaba volver a probar esas noches de alcochol que muy gustoso me daba el lujo en mi temprana adolescencia. Aquellos momentos donde las responsabilidades no formaban parte de mi rutina ni una carrera sacrificatoria me prohibía volver a vivir como antes.
Deseaba sentirlo de nuevo. Esa sensación de creer que el mundo era mío y era capaz de todo. Nada ni nadie podría conmigo y mi único límite era el cielo.
Pero estaba en la universidad, en una grandiosa carrera que absorbía mi vida y en chispa el juego había cambiado.

Observé como Erick y Zack bebían sus octavo shot contrajendo el rostro en una mueca espantosamente cómica liberando en mi una risotada. Estaba próximo a terminar ebrio y lo sabía, pero no quería pensar en libros, responsabilidades, ni en mi estúpido examen.
Quería divertirme como ellos. Como en los viejos tiempos.

-¿Entonces? -Erick cuestionó cerca de mi rostro haciéndome respirar su aliento bañado en alcohol el cual me hizo arrugar la nariz- ¿disfrutarás esta noche comelibros? -giré mi rostro hacia Zack quien me sonrió mostrando todos sus blanquecinos dientes.

"Es solo esta noche Ethan", me susurré a mi mismo. "Esta noche comelibros".

~ • ~

22 de Marzo, 2015
6:13 a.m.

Me desperté de golpe al oir el sonido seco de una puerta chocando contra el marco. Arrugué mi rostro en una mueca ahogando un gemido mientras aferraba mis dedos con fuerza alrededor de mi frente.
Me sentía exhausto, indispuesto y con una insoportable resaca que hacia mi cabeza palpitar. Las náuseas se hicieron presentes reprimiéndolas con un apretón de estómago regresando lo poco o nada que había intentado desayunar.
Alcé mi adormilada vista hacia al frente observando como la profesora tomaba posición entre las filas centrales. Llevaba en sus manos las instrucciones del examen y maldije en susurros.
No estaba preparado para aquello incluyendo que físicamente no soportaría tener los ojos abiertos por más de cinco minutos. La cabeza me daba vueltas y solo pensar en el inevitable fracaso que obtendría por mi irresponsabilidad me producía muchas más.

-Tienen exactamente una hora reloj para resolver esta fórmula. No perm...- apoyé mis codos sobre la mesa y posicioné mi rostro entre las muñecas. No podía concentrarme en lo que decía ni siguiera soportaba sostener la mirada. El sueño ganaba territorio en mi cuerpo y francamente lo único que deseaba era estar bajo mis sábanas en estos instantes.

Your Voice For My Eyes ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora