capítulo 22

2.8K 221 1
                                    

-Te amo.- susurro contra su oreja, y ella tiembla debajo de mí.

Cuando nos miramos otra vez, sabemos que nada nos detendrá en este momento y
que nada nos interrumpirá.

Es justo ahí cuando suena el teléfono. Me caigo del sofá y choco contra el piso.

-Oye, Ana.- La voz de Félix llena el cuarto. - Sólo estaba asegurándome que nos veremos esta noche. Llámame… Te amo.

Ana camina hasta la máquina y presiona unos pocos botones hasta que el mensaje es borrado. Cuando se vuelve para encararme, se ve molesta.

Quiero ir hacia ella, pero pesa en mí la idea de que quizás ella quiera ir a esta cita, aún si no es conmigo, incluso si es con un tipo que ella dice no querer.

Estaría mintiendo si dijera que mi ego no soportó un gran golpe por ello.

-¿Él te ama?.- Aquí estamos, revolcándonos semi-desnudos y un… un pretendiente literalmente la llama.

Ana se ruboriza y se encoge de hombros.

-Él dice que sí.- Trago.

-¿Y qué le dices tú?.

Ana se gira alrededor y tira la manta más fuertemente alrededor de su cuerpo casi desnudo.

-Nada. - Su voz es baja. -  No le digo nada, porque nada es lo que siento por él.

El alivio me inunda por sus palabras. Camino por el cuarto y tomo a Ana en mis brazos.

-Sólo tenemos que tener paciencia.- le digo, besando su Cabeza.- ¿Puedes
esperarme?.- pregunto suavemente, sabiendo que yo esperaría una vida por ella.

Ana asiente lentamente, luciendo tan frustrada como yo me siento.

- ¿Hasta mayo?.- me pregunta, haciéndose para atrás.

Beso la punta de su nariz. Encuentro irónico que sea yo quien le pida que espere por mí, cuando por lo general los papeles están invertidos. Pero no me quejo. Me gusta el hecho que esta chica-súper-caliente intente aprovecharse de mí.

-Hasta mayo, entonces podremos estar juntos todo el tiempo.

Ana me da esa sonrisa que más amo, y se inclina para besar mis labios.

-Y entonces para siempre.-dice.
repletos de amor y paciencia. No había nada más que necesitáramos decir. Mayo. Sólo cinco meses más. Ciento cincuenta días de duchas frías.

**********

Ana

Estoy con Félix sentada en la entrada de mi casa, Me siento como si fuera a vomitar. Hay un dolor en mi espalda baja, se siente como si alguien me hubiera pateado allí repetidamente.

Cierro mis ojos, me siento tan mareada, y me recargo contra la casa. Finalmente obligo a mis ojos a abrirse así no vomitaré.

-Hey.- dice Jeremy, sosteniendo mis Hombros. - ¿Qué pasa? ¿Necesitas que te lleve al Hospital?.-Su voz es baja y gentil.

-Estoy bien.- miento, jadeando por aire.

-Como el infierno que lo estás.-dice, levantándome en brazos.

-No me siento bien… solo necesito algo de aire fresco.- le digo.

Él acepta la respuesta y se sienta conmigo. Mantiene sus brazos alrededor de mí, contengo las lágrimas. Felix no me
pregunta nada; solo me deja estar.

-Deberías irte, necesito descansar y mi padre llegara pronto.

-¿Estas segura?, si quieres me quedo hasta que el llegue.

-No te preocupes, estoy bien en cerio.

-Bien, Cualquier cosa me llamas, si.- me abraza y se va.

Antes de que pueda alcanzar la puerta, Gustavo la cierra y se gira; la preocupación cubre su rostro.

-Por favor, dime qué está mal.- ruega, abriendo los brazos mientras camina hacia mí.

-Ni siquiera puedo hablarte justo ahora.- me las arreglo para decir.

Junto toda la fuerza que tengo en tratar de moverme y pasarlo. Gustavo me agarra por los hombros, y mi corazón duplica su ritmo. Sus ojos son de un azul oscuro, como agua tormentosa.

-Vamos, Ana, soy yo quien está aquí.- Luce tan alterado, pero aun así lo alejo.

Pongo mis manos en mis caderas y espero por su refutación. Él me mira
sorprendido.

-Déjame explicarte.

Entonces hago lo impensable, lo abofeteo. Realmente fuerte. La mano de Gustavo vuela a su mejilla, y lo empujo pasándolo.

Mi mundo empieza a girar, no puedo enfocarme en nada. Puntos negros nublan mi visión. Se siente como si estuviera siendo estrangulada.
La última cosa que recuerdo ver es a Gustavo corriendo hacia mí, pero está de lado, lo oigo gritar mi nombre, pero suena como si estuviera bajo el agua. Mi cuerpo choca en el frío y duro cemento.
Nada excepto total oscuridad.

Feliz lectura 😍
No olviden comentar y votar si les gusta 🐣🐤🐥😘

Tu Y Yo, Amor Eterno  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora