Capítulo 31

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- Sí . -susurró ella, y me di cuenta que no había un ojo seco en funcionamiento.

-Estaba siendo tan estúpida antes. -dijo en voz alta. - Sí, Gustavo. Me casaré contigo. -Mi corazón bombeó tan fuerte en mi pecho que estaba seguro que iba a explotar.

Quería besarla, pero esta estúpida máscara estaba en el camino.

-Sí . -repetí de nuevo, seguro. -¿Quieres casarte conmigo?. -Ella trató de asentir con la cabeza, pero tenía una correa a través de ella.

-Quería salvarte de esto, bueno, de mi parte, pero también te quiero mucho, y al igual que mi papá dijo: "la vida es demasiado corta", así que sí. -dijo Anafácilmente. No pude evitarlo, me incliné y la besé a través de mi máscara.

-¿Te vas a casar conmigo?. -le pregunté nuevamente, sorprendido. Ana se rió, y sonaba mejor que cualquier sonido que hubiera oído en mi vida. -Es mejor estar segura porque tengo testigos. -Le hice un gesto a la habitación con la mirada.

-Bueno, es mejor estar seguro, porque me van a arreglar y te abrazaré. -bromeó.

Me incliné lo más cerca que podía llegar a su oreja.

- He estado seguro desde el primer día que te vi. -le dije para que sólo lo pudiera oír. -Te amo. -Le toqué la frente.

Me levanté de mala gana para irme. La enfermera Carmen, que me había traído, me tenía que regresar. Tenía los ojos enrojecidos por la emoción. Antes de irme, di la vuelta a la habitación.

- Esa es mi novia. -casi grité con una sonrisa. El personal médico se echó a reír y luego se pusieron a trabajar. La enfermera me hizo frotar hasta los codos de nuevo.

- Esa fue la cosa más romántica que he visto. -dijo Carmen, sin mirarme. -Y
ustedes dos son tan jóvenes. -continuó. -Pero Aún así seguros de sí mismos.

Ella tiene razón, estoy seguro.
Me encontré de nuevo en la sala de espera, pero no recuerdo cómo caminamos de regreso. Ana me había dicho que sí, que se casará conmigo. Laura estaba de pie con el Sr. Parker sosteniendo dos tazas de café. La conversación se detuvo cuando
me vieron, miradas de preocupación cubriendo sus rostros. No sé cómo me veía, pero por tan feliz como me sentía, estoy seguro de que me veía aterrorizado.

-Gustavo. -dijo Roberto, frenético. -¿Qué pasó? .-Me paré a una la longitud del brazo de él mientras recogía mis pensamientos. Sólo iba a dejarlo salir, pero luego lo pensé mejor. Quiero decir, vamos, lo último que quería era que él me golpeara sólo por pura sorpresa.

Le miré a la cara y cerré los ojos.

-Ella dijo que sí. -hablé con cuidado y lentamente, dejando que el shock de la realidad se hundiera en mi cuerpo. El silencio me hizo abrir los ojos para que pudiera ver su expresión. Sr. Parker asintió pensativo con la cabeza y miró hacia Laura, que asintió con la cabeza, así, como si tuvieran una conversación silenciosa en la que se acordó de algo.

- Entonces ella luchará para sobrevivir. -dijo Roberto finalmente, agarrando mi hombro con su mano. -Le diste tu corazón, hijo, y ahora luchará por mantenerlo latiendo.

Sus palabras me sacudieron hasta mi centro. Llevaron a cabo tanto significado y verdad. No me había dado cuenta de que Laura estaba llorando. El Sr. Parker, o mi
pronto-a-ser suegro, me dio un abrazo de oso. Lo abracé de nuevo, sabiendo que ambos nos entendíamos más de lo que alguna vez podía ser posible.

Ana había dicho que sí. Me amaba igual como yo lo amaba a ella.

Para siempre.

Feliz lectura 😘
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