Connor's Freedom

Capítulo 6

En los últimos días, Michelle y Graham habían tenido un gran interrogante que no paraba de crecer a medida que los segundos pasaban ¿Qué narices pasaba con Rachel?

No era solo el hecho de que había salido de clase y todavía ni se había asomado a coger su almuerzo para sentarse a comer con ellos como era su costumbre, sino que durante toda la semana había estado comportándose de forma extraña.

No era del todo raro que Rachel se mostrase ausente. Muchas veces la podías encontrar tan perdida en sus pensamientos que casi era posible ver una burbuja rodeando su cuerpo, aislándola del resto del mundo. Michelle no solía forzar la situación, ni preguntarle a Rachel si le pasaba algo, después de todo, al final ella siempre acabaría acudiendo a su amiga comentándole que había en su cabeza buscando una segunda opinión. Graham, no obstante, no contaba con ese lujo. Aún pasados ocho meses desde que habían comenzado su relación, era consciente de que su chica se guardaba un sinfín de cosas para sí misma, frustrándole más de lo que se permitía mostrar. Si era su pareja, ¿Por qué nunca se apoyaba en él y le contaba sus confidencias? Graham no podía evitar pensar que no confiaba del todo en él. Era normal que confiara en su novio más que en la mayoría de personas, sí, pero eso, de alguna manera, empezaba a no ser suficiente y ese simple hecho hacía que un puño se cerrase dolorosamente en su pecho.

Ambos la vieron entrar al comedor al mismo tiempo. Su expresión era cuidadosamente neutra, consiguiendo no mostrar, aunque fuera un ápice, lo que había en su cabeza en ese momento.

Cuando Rachel vio a Michelle y Graham con la mirada clavada en ella, expectantes, caminó con paso resuelto hacía donde se encontraban, sin molestarse en coger la comida. Después de la conversación que había tenido con Connor, una bola se había instalado en su estómago, haciendo que su apetito se esfumase.

Algo realmente malo había pasado en su anterior casa de acogida. Connor había dejado claro que no quería hablar de ello, y ella no había presionado, pero las sombras que había visto en esos ojos verdes escondidos tras el flequillo de pelo color café, solo le decían que lo que había pasado en aquel hogar le acompañaría para siempre. Ante lo pesada que se había vuelto la atmósfera entre ellos, Connor rápidamente había cambiado el tema y le preguntó si mañana podía venir a su casa -o la casa de los Hale, como él decía -para avanzar en el trabajo. Confirmándoselo, Rachel se despidió, dio la vuelta y lo dejó leyendo a la sombra del árbol, justo como lo había encontrado.

- Ya casi termina el almuerzo, ¿Dónde te habías metido? -fue lo primero que dijo Michelle cuando Rachel tomó asiento.

-Um, estaba preguntándole a Connor acerca del proyecto de literatura -no del todo una mentira, pero el tirón de culpa apareció de todas formas. No era como si ella hablando con Connor fuera algo que debía ser secreto, pero comentar lo que habían estado conversando hacía apenas unos minutos era algo en lo que Rachel no quería entrar. Sentía que lo que Connor le había confiado era demasiado... personal como para ir hablándolo con otras personas. Aunque esas personas fueran su mejor amiga y novio.

-Ya bueno, pues ibas como alma que lleva el diablo cuando me topé contigo en los pasillos, pensé que había pasado algo malo -dijo Graham, con cierto toque de irritación en su voz que hizo que Rachel frunciera ligeramente el ceño. No era común escucharle molesto.

-Hablando de Connor, ¿Habéis oído lo que paso esta mañana entre él y Huff? -comentó Michelle, como siempre al corriente de que pasaba en el instituto. -Parece que Trevor llegó de la nada a amenazarle. Tengo entendido que el pobre chico estaba tan asustado que las palabras no le salían. -dijo con una pizca de compasión en la voz. Rachel tuvo que retener el impulso inminente de estampar la cabeza contra la mesa. La imagen que la gente tenía de Connor no podía ser más errada. El chico no le tenía un ápice de miedo a Trevor. En todo caso, debería ser Trevor el que tendría que andarse con cuidado. Rachel tenía la impresión de que, después de todos los esfuerzos que estaba haciendo para no perder los papeles, si a Connor se le acababa la paciencia, Huff estaría en un serio y doloroso problema.