Tercer día: Miercoles

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Narra Bon:

Tal y como dije ayer hoy he ido a casa de Onnie, estoy algo nervioso, si no me equivoco vive con los demás Nightmare, espero que no se enojen.

Llamo a la puerta y me alejo un paso esperando que alguien abra.

– ¡Ya va!– Oí a alguien gritar y segundos después vi a Maggie abrir la puerta– ¿Tú?– bufó.

– Eh... Yo... ¿Está Onnie?– pregunté, la verdad es que la mirada de Maggie intimida.

– Arriba la puerta azul, creo que se olvidó de ti porque aún no ha despertado– comentó haciéndose a un lado e indicándome que pasara.

Entré con algo de duda y mire un poco de reojo la casa, no se veía tan mal.

– ¡Hey! ¿Quién era Maggie?– preguntó Deuz saliendo de lo que parecía el salón– vaya... Que inesperado– se cruzó de brazos mirándome– ¿Qué busca?

– ¿Te recuerdo la apuesta de hace dos días?– dijo Maggie sería.

– Oh, cierto, Onnie esta en su cuarto– respondió y me señaló las escaleras.

Yo solo asentí y subí rápido las escaleras, no me fue difícil ver cual era la de Onnie, cada puerta tenía un color, había una naranja, una de una especie de rosa oscuro y otra castaña, también había una blanca, posiblemente el baño.

– ¡Hey Onnie!– llamé entrando a su cuarto, al parecer estaba con Oxy hablando.

– Wow, llegó tu novio Onnie– dijo algo burlón Oxy.

– Ay callate– bufó– yo solo quiero dormir– se quejó empujando a Oxy fuera de su cama y tirándolo al suelo.

– Tsk, estúpido enano– se levantó el más alto y se fue del cuarto cerrando la puerta detrás de mi.

– Em... ¿Interrumpí algo?– le pregunté a Onnie viéndolo sentarse en la cama.

– No, nada

Narra Onnie:

Oxy había venido a mi cuarto a molestarme por no despertarme, lo que no esperaba es que Bon entrara por la puerta, se me había olvidado que hoy vendría.

Le indiqué que se sentara donde quisiera y yo me levanté de la cama para tomar algo de ropa del armario.

– Em...– miré a Bon que se había sentado en el suelo– ¿puedes... girarte y no mirarme mientras me cambio?– le pregunté y Bon se limitó a hacer lo que le pedí.

Me cambié rápidamente y luego tiré el pijama por el suelo sin más.

– Por cierto, ¿Por qué el pijama de conejitos?– dijo girándose a mirarme.

Balbuceé algunas cosas sin sentido poniéndome rojo de la vergüenza y noté como Bon me hacía una foto con una cámara.

– ¡He-hey! ¿Qué haces? ¡Bo-borra eso!– le exigí acercándome a él.

– ¿Por qué?– alejó la cámara de mi y la guardó en un bolsillo de su pantalón.

– Po-porque yo lo digo

– Pues no la borraré

Bufé y me senté delante suyo girando la cabeza hacia otro lado sin mirarle.

– Idiota– le dije sin más.

El resto de la mañana lo pasamos en silencio, Bon estuvo mirando mi habitación con curiosidad, aún que tampoco es la gran cosa, a parte de eso se le ocurrió la idea de que hablasemos por señas, me pareció raro, pero fue divertido intentar averiguar que decía el otro.

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