XV. IN FLAMES

798 70 10
                                    


Es evidente que las cosas han cambiado tras haberme acostado con Harry, es algo muy sutil, casi imperceptible, los coqueteos siempre estuvieron, la tensión sexual era algo de cada día, pero aun así había algo diferente, algo más profundo, más íntimo.

El día anterior tras volver de la fiesta no tuvimos sexo pero sí terminamos siendo melosos sobre su cama; besos, caricias, su afán de incitarme con su lengua, sus insinuantes palabras, era como si él descubriese un poco más de mí por cada segundo que pasábamos juntos mientras yo seguía sin saber nada de él, entre más le conocía más enigmática se me hacía su presencia, pero en una misma proporción, por cada segundo que pasábamos juntos él me resultaba más y más atractivo.

Ese lunes llego al instituto algo distraído, hay muchos pensamientos que no encajan en mi cabeza y por lo tanto mantienen mi mente inquieta y ocupada, y ni para qué hablar de lo que pasa en mi pecho, un sentir extraño comienza a crecer y crecer y me asusta que algún día se haga tan grande que ya no pueda contenerlo. Tomo una pausa y suspiro profundo antes de retomar mi camino, no podía traer mis problemas al Pearce, aunque no me era nada fácil desprenderme de toda esa marea de emergentes emociones <<¿Tan difícil es dejar de pensar en él?>> me pregunto sin tener respuesta, por esto no tengo más remedio que continuar mi camino con la duda carcomiéndome por dentro.

Sigo distraído, pensativo, intranquilo, camino rápido pero me siento algo torpe, despistado, perdido, llego a mi aula de clases a tiempo pero justo en la entrada de la misma me encuentro a Zayn. Mi corazón se encoge al verle y sin terminar de entenderme agacho mi rostro e intento pasar de él pero mi profesor me toma por el antebrazo y con un leve apretón me obliga a detenerme.

—Louis, ¿podemos hablar un momento? —al escucharle mi corazón se agita y mi respiración se acelera, no le respondo, por lo menos no con palabras, yo solo asiento y me mantengo con el rostro bajo. Zayn me invita a caminar junto a él hasta quedar a pocos metros del salón, en pleno pasillo que poco a poco comenzaba a tornarse vacío por motivo de que cada uno de los estudiantes iba ingresando a su salón de clases. Quise preguntarle por lo que pasaba pero tanto él como yo decidimos esperar con agobiante paciencia tener algo de silencio, un poco de privacidad. Era mucho tiempo, demasiado para mí, la mirada de Zayn era tan fija y directa que la sentía escanear mi alma y lo más estúpido de todo era que me sentía culpable, me sentía como un completo traidor por haberme enredado con Harry cuando desde un principio siempre quise estar con él, y aunque no había lógica alguna para lo que ahora atacaba mi cabeza yo comienzo a sentirme realmente mal, tanto que no soy capaz de sostenerle la mirada por más de dos segundos—. Louis —él vuelve a decir mi nombre y yo resoplo cansado pero hago mi mejor esfuerzo para volver a mirarle a los ojos—. Hay algo importante que necesito hablar contigo.

—¿Tiene que ver con mi examen?

—No —él susurra despacio—. Tiene que ver con tus padres.

Volteo mis ojos y mi rostro cambia rápidamente de angustiado a molesto, siento que me hace perder el tiempo y de paso pierde el suyo. Él debería estar ocupado dando clases no recordándome su existencia.

—El director me comentó que estás teniendo problemas en casa y que tus padres están preocupados por ti.

—¿Es que ellos aún recuerdan que tienen un hijo? —hablo en tono irónico, satírico. Me duele hablar de ellos, mencionarlos, recordarlos, pero no es un dolor triste, es algo adverso, amargo. Es algo que se propaga rápidamente dentro de mi pecho y me llena de un sentimiento de malestar inaguantable.

—Entonces sí te has peleado con tus padres —él comenta con una dulce sonrisa que me sabe mal, pero no puedo culparlo, él muy probablemente aún no tiene la más remota idea de todo lo que ha pasado—. ¿Qué te parece si aprovechamos este tiempo para solucionar las cosas? El director me ha dicho que has estado algo esquivo, pero yo te conozco mejor que nadie y sé que eres lo suficientemente maduro para solucionar tus problemas de la mejor manera: dialogando —Zayn sigue sonriendo como si el carisma fuese la cura a todo mal pero al mismo tiempo yo me voy perdiendo en la oscuridad de mi interior, la profunda herida comienza a abrirse y la susceptibilidad florece—. Tu madre ha venido Louis, quiere hacer las paces contigo ¿Por qué no me acompañas y charlamos un rato antes de iniciar las clases?

Hell ; Larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora