Es mi nombre.

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Después de darse besos apasionados frente al ventanal, Soo aceptó consumar su matrimonio, estaba seguro que era algo que los dos deseaban, después del nacimiento de los gemelos su relación se volvió más cercana e íntima, sus roces intencionales y otros premeditados, abrazos cálidos y otros llenos de deseo, el pasar los dedos por la piel de Soo era adictivo, el solo tocar una mínima parte de su piel.

Lo deseaba, el tener las cesiones de besos ya no eran suficientes, el quería más, ambos querían más, cuando planeo llevarlo al departamento el único fin era hacer suyo a Kyungsoo, adueñárselo, el estaba seguro que la sombra de el padre de su hijo estaba vagando por la mente de su esposo, lo quería solo para el, pensaba que el amor que alguna vez le tuvo a Baek se había extinguido que podía seguir adelante dar ese paso tan importante el unirse a su ahora esposo y madre de sus hijos era lo único que faltaba para comenzar una nueva vida.

Estando ya en la habitación continuo besando lento, esos labios eran como la gloria, escuchar esos sonidos que el emitía al saborear los besos dados estaban enloqueciendo, dejo de besar su boca, se enderezó y con algo de prisa le quitó las prendas que llevaba encima y con mayor velocidad y desesperación se quitó las de el.

Empezó a repartir besos por su rostro y cuello fue bajando para ir lentamente por la suave y blanquecina piel, Soo solo se dejaba hacer, los labios de Chanyeol probaban cada palmo, besos y pequeñas mordidas eran distribuidos por su cuerpo, imágenes vinieron a la mente de mayor eran como retazos de recuerdos de la vida que había llevado antes de conocer a Baek, los quejidos del menor se hacían más audibles, la temperatura estaba aumentando, sin pensarlo más Chanyeol bajo una de sus manos  a la entrada de su esposo para prepararlo, no hubo promesas de ningún tipo, Kyung solo sintió la intromisión con dolor, al esbozar un quejido fuerte Chanyeol regreso a la realidad, ¡era Kyungsoo el que estaba con el carajo! no era una de sus tantas relaciones de una noche, comenzó a sentirse fatal ¿por qué  de pronto había perdido conciencia? Era tarde para pedir disculpas, se acercó y dio un beso profundo para así tratar de aminorar la incomodidad de este, pareció funcionar, puso en una posición más cómoda a Soo se posicionó entre sus piernas y con un poco más de cuidado lo penetro, el pequeño soltó un quejido sin duda le había hecho daño cuando lo preparo.

- precioso, ¿estás bien? ¿quieres que continúe?

- estoy mejor ahora - su voz era entre cortada - solo muévete.

Chanyeol lo miró, pudo notar algo de decepción en su mirada, compensaría su estupidez haciéndolo sentir mayor placer, sería más cuidadoso, comenzó a moverse lentamente, era tan caliente y tibio el interior de Soo, cómo pudo arruinar su primera vez con él. Cuándo el pequeño arqueo la espalda supo que había encontrado el punto justo, era ahora el momento de hacerlo sentir feliz y pleno, el pequeño enredo sus piernas en las caderas del mayor este comenzó a embestirlo, la respiración de ambos se fue acelerando, las exhalaciones era más fuertes Kyungsoo empezó a mover sus caderas y Chanyeol aumentó la velocidad ahora el pequeño estaba casi gritando, sabía que ambos estaban a punto de explotar de placer, tomó el miembro de Soo y comenzó a darle un intensiva atención.

- más, mas - eran los ruegos de Soo, mientas se retorcía bajo su cuerpo.

- lo que desees precioso- aumentó la fuerza de las ultimas embestidas, ambos sintieron como eran sacudidos por el climax, Chanyeol cayó sobre Soo.

De pronto los dos se encontraron llorando, lágrimas de tristeza, lágrimas de amargura, lagrimas de desilusión, lagrimas de abandono eran solo lágrimas. Era el turno de Chanyeol para consolar a su esposo, salió de él y se acomodaron en el centro de la cama, lo tomo en sus brazos.

Sin final felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora