Simplemente no puedo.

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Baek estaba muy molesto, cada día le costaba más hacer sus ejercicios, estaba por cumplir cinco meses de embarazo, tenía entrenadores profesionales para hacer de yoga,  un nutriologo, chef personal, enfermera las veinticuatro horas del día, tratamientos de belleza y sección de acondicionamiento físico.

Cuándo le plantearon tomar el curso psicoprofilactico se negó rotundamente  no deseaba desarrollar sentimientos por ese bebé que llevaba en su vientre el era el causante de su rompimiento con Chanyeol, maldecía el momento en que este supo de su embarazo, si hubiera sido más cuidadoso se habría desecho de él, pero ahora que se había convertido en una molestia no podía hacer nada solo esperar, ese era el trató, después sería libre y retomaría su carrera y sería la estrella que siempre había soñado ser, olvidaría que amo a Park Chanyeol y solo lo vería como su vehículo al éxito, si definitivamente eso debería hacer, aunque sienta que el corazón se le sale del pecho cada vez que ve a Chanyeol en sus citas con Minho, lo está matando la forma en que este lo ignora, evita llorar delante de él, ve como la atención de su amado ex novio es acaparada por ese bebé perverso que solo le hace pasar malos momentos apenas hace algunos días le ha permitido comer decentemente, las náuseas han parado, pero ahora se siente como un enorme globo, nada le queda, no puede dormir por las noches y tiene mucho calor todo se está volviendo insoportable. Hay días en los que quisiera hablarle y decirle que aceptara al bebé con tal de que vuelva con él. Pero hay días en que lo odiaba con todas sus fuerzas.

Porque tenía que ser de esa manera, que lo obligaba a conservar ese bebé, ellos eran felices así, no necesitaban a nada ni nadie para ser felices, era tan frustrante. Casi todo el tiempo estaba de mal humor, solo se distraía cuando leía los libretos que le traía su representante para que los estudiará, en menos de un año estaría de regreso en los escenarios y esa pesadilla habrá terminado.

Una tarde cuando estaba aburrido quiso salir un rato para despejarse, se escabulló de sus cuidadores, sabía que no debería salir qué pasa si alguien descubre que está embarazado sería un gran escándalo nadie debía saber su condición, eso le restaría fama, pero en verdad estaba aburrido, se puso un pans y sudadera con la capucha puesta salió a caminar sus pasós le habían llevado a la plaza departamental casi sin darse cuenta había entrado a la boutique de ropa para bebé, no sabía que estaba haciendo allí pero de pronto sintió ilusión, ¿como se vería ese bebé que traía consigo con alguna de las prendas que se exhibían allí? Tocaba con sus dedos los pequeños modelos sintiendo texturas eran tan delicados, sentía unas enormes ganas de llorar pero sus pensamientos fueron distraídos por una voz conocida, levantó la vista y constató que era la Sra Park también se encontraba su esposo conversaban con un par de jóvenes, uno de ellos estaba embarazado, se acercó lentamente sin ser visto, escuchando la conversación de estos oyó claramente que la madre de Chanyeol estaba haciendo compras para sus nietos, ella sabía que estaba embarazado y evidentemente algo confundida pues el solo esperaba un bebé, sintió un poco de vergüenza, seguramente los señores Park sabían del trato con su hijo, turbado salió de su escondite cuando estos se habían marchado, de soslayo miro a los dos jóvenes que escogían diversas prendas, pensó que él no podría ser así, no, jamás podía actuar de esa manera tan maternal el sintió hasta cierto punto asco por ellos. Recordó las palabras de su padre, todas las veces que le hizo odiarse a sí mismo por haber nacido diferente a los demás , el estar en ese punto medio, el ser doncel. Salió a toda prisa del lugar y cuidando que nadie lo viera.

Regreso al departamento en el que ahora vivía, llego directo a su habitación, luego de entrar fue hacia su reproductor de música, hizo sonar la canción que le cantaba Chanyeol cuando permanecían abrazados en el sillón de su antiguo departamento en el que vivían juntos, la canción era Just the way you are de Bruno Mars, el solo escucharla las lágrimas rodaron por sus mejillas, hablo a su bebé por primera vez.

Sin final felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora