Narra Chiara.
Me desperté en una habitacion que me era del todo desconocida, intente levantarme y una descarga de dolor sacudió toda mi espalda. Los brazos me fallaron y caí de lado en el colchón gimiendo de dolor y apretando los puños.
Una mano empezó a acariciarme la cabeza. Había un chico muy atractivo delante de mi con cara de consternación, era el vampiro del bosque.
-Amor, estas bien?-no entiendo nada. El seguía mirandome esperando, entonces se dio cuenta- perdona, yo... se que te parecerá raro que te llame así.
-Esperabas otra cosa?, no se ni quien eres ni que hago aquí y encima tu me dices amor.
Su expresión paso a ser de tristeza, me incorpore con más cuidado que la ultima vez y conseguí sentarme.
-Lo siento- dije inclinando la cabeza y mirandole a los ojos- no quería entristecerte, pero la verdad es que para mi eres un desconocidas tal vez si me explicarás que a pasado...
El chico levantó el mentón y acaricio mi cara con una de sus cálidas manos.
-Tienes razón. Eres tan dulce- aún tenia su mano en mi cara- perdona, soy Merrick se que sabes que soy un vampiro porque yo se que eres una bruja, pero aún no se tu nombre...
Me quede en silencio un minuto mientras veía como el tomaba una de mis manos y la envolvía con las suyas.
-Yo soy Chiara- hice una pausa, el me miraba como si algo en mi le fastinase, eso para mi era algo desconocido- que hago aquí?, que a pasado y cuanto llevo inconciente?
El suspiro y me miro, preparado para hablar.
-Veras, yo no te encontré por casualidad tu eres mi compañera de vida- se detuvo para que lo asimilara pero era complicado tratando se de algo así- te sentí y fui a buscarte y cuando vi a esos dos..., bueno te traje a mi hogar me encargue de que te curaran y desde entonces he estado cuidando de ti, por eso estas aquí, y respecto a lo del tiempo han pasado tres días casi cuatro.
No podía ser, que le haya tocado alguien como yo para compartir su existencia. Alguien cuyos antepasados tienen la culpa de lo que es, que el tenga que....
No pude soportarlo, se me atasco el aire en la garganta y los ojos empezaron a picarme.
-Lo siento- dije antes de que un gemido lastimero desgarrada mi garganta y las lagrimas corrieran por mis mejillas- lo siento, que tengas que mirar a la cara a alguien que tiene la culpa de lo que eres..., que te veas obligado a querer a alguien como yo.
El me miraba con horror, estiro sus brazos y me pego a el como si quisiera protegerme de lo que sentía.
-Chiara, eso no me importa- yo le mire y mi llanto se hizo mas profundo- yo estoy satisfecho con mi condición actual y desde que te encontré mas aún, ahora tu eres mi vida.
Yo lloraba y el me apretaba contra su pecho intentando consolarme, no le conocía pero empezaba a darme cuenta de que el a mi parecia amarme de verdad.
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Merrick me trajo algo de cenar y estuvo hablando conmigo, el quería que nos conocieramos. Era muy buena persona y un chico muy gracioso.
No se porque pero estaba agotada después de tanto llanto, resulto que aquella era la habitación de Merrick pero insistió en que durmiera allí en su cama, mientras el dormía en un sofá del cuarto, sospecho que lleva durmiendo ahí desde que yo llegue al lugar.
A la mañana siguiente llego una chica que reviso mis heridas y las atendió después de eso se fue. Merrick también me trajo el desayuno ese día, no solía alejarse mucho de mi y cuando lo hacía no tardaba mucho en volver.
Después de cuatro días sin moverme empezaban a dolerme los músculos de las piernas, así que me levanté de la cama con intención de pasear un poco.
-Que ocurre?
Merrick me miraba desde el sofá con el libro que leía ahora reposando en su regazo, yo me dirigí hacia una de las ventanas y mire fuera.
-Vaya- aquello no era lo que yo esperaba ver- estamos en medio de una ciudad!.
Merrick soltó una carcajada larga y grave, como si un niño hubiera soltado una ocurrencia.
-Esperabas otra cosa?- el me miraba con una sonrisa, yo arrugue el ceño y me encogí de hombros- bueno hoy en día no todas las criaturas sobrenaturales se esconden en los bosques.
-No os resulta difícil?, quiero decir con toda esa gente....- se acercó a mi y miro por la ventana también- suponía que preferiría vivir aislados o entre los de vuestra especie.
-Depende de la vida que elijas como vampiro, siempre puedes elegir una dieta más humana sin tanta sangre- yo asentí en silencio- vasta con beber suficiente sangre como para mantenerte fuerte, y no tiene porque ser humana.
Después de aquello le pregunté si podíamos salir, que necesitaba estirar las piernas y así lo hicimos una vez me hube cambiado.
En los siete días que siguieron Merrick y yo paseabamos, leíamos, veíamos películas, y muchas cosas más hasta le enseñe mis poderes elementales. Cada día que pasaba le cogía más cariño a Merrick, hasta llegar a ser amor, era difícil ignorar el vínculo que nos unía y cada día era más fuerte.
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Un mundo en las sombras.
FantasyTres magos que se encuentras y entrelazan sus distintas vidas. Que nos descubrirán un mundo invisible para los que no pertenecen a el. Molly, Chiara y Embry, se encuentran y empieza su aventura. Conseguirán descubrir porque arrebatan sus poderes a...