Hábitos escolares

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Ya al llegar a mi casa mi padre me saludó, casi siempre olvido que tengo una familia, no es que los odie, es sólo que me incomodan, desde pequeña les tengo mínima confianza, cuando tenía 6 años me gustaba un chico del cual ahora es un completo desastre y perdió su encanto, en fin, yo le dije a mis padres que me gustaba y no pasó ni una semana y mi madre ya lo había mencionado  a mi tía en una reunión familiar, todos los que estaban ahí presentes lo sabían, estalle en llanto y no salí del baño en toda la tarde, ya cambiando el tema mi papá sólo dijo:
-El almuerzo está en la olla pero debes hacer las ensaladas y coser los fideos.

Yo respondí:

-y que hay en la olla si no hay nada listo?

-Esta la carne.
Dejando mis quejas de que nada está listo en este hogar preparé lo que hacía falta y cuando me quise parar de la mesa mi padre exclama:

- y acaso no vas a lavar los platos?

-De eso encargate tú, no puedes pasar toda la vida mandando sin hacer nada.
-Lamentablemente fue lo peor que se me pudo haber ocurrido decir, recibí una cachetada y ahora debía hacer el aseo durante el mes.
Me cambié de ropa y deseaba salir a pasear en bicicleta, era lo que me relajaba cuando mi papá me ponía de mal humor, en menos de lo que canta un gallo ya estaba por las calles de York, específicamente en la calle medieval "The Shambles" era bastante tranquila, no muchos conocen esta parte de york así que era uno de mis lugares preferidos, por ser tan tranquilo y porque no es necesario tener la atención de todo el mundo para se bello.
Al volver a mi casa hice mis tareas, tomé el té sola a deshora, arregle mis cosas y me fui a dormir, para que por la mañana fuera a la escuela en bus e hiciera mi rutina junto con los hábitos escolares.
Ya era de mañana, últimamente siempre me sentaba junto a Allen,  hablábamos de estudios, hobbies gustos y otras cosas, al bajarme del bus Rose aparece de la nada y vocifera:
- TE GUSTA ALLEN?! Ja, realmente no me lo esperaba de alguien tan fría, decidida y molesta como tú.
-Rose, como me dices algo así, soy tú amiga, no sabía que alguien como tú podría ser capaz de sentir celos de alguien como yo, quédate con el chico de piel rosada de ojos color miel, pelo color castaño con un copete, no estoy interesada en nadie si es que te interesa.
-Obviamente Allen estará conmigo, soy alguien tan perfecta para el cómo el para mi, y bueno esta claro que yo llevo más ventaja aquí, yo soy de dientes parejos y tú tienes los diente de abajo un tanto disparejos y chuecos, yo soy alta y tú eres baja, yo soy muy sociable y tú apenas hablas conmigo y las demás, todos los chicos de la clase les agradó y bueno, tú sólo eres tú.
-Rose me debo ir al salón, si tanto te gusta tu cuerpo te felicito te aceptas tal cual eres, pero no es necesario ofender a alguien e inferiorizarla,
Por lo menos yo soy alguien humilde que no necesita enrostrarle cosas mías a otro para hacerlo sentir mal, con permiso.
Fue una asquerosa semana, Rose ahora ya no es tan mi amiga, hay prueba de matemáticas la cual no he estudiado nada, creo que Allen es bonito, y me he quedado pensando que no me gusta mi cuerpo, soy baja, no soy delgada pero tampoco soy una gorda obesa mórbida, mi piel es trigueña pero es más clara que oscura, mis ojos no son almendrados son achinados y mi pelo es café oscuro, no es castaño claro o color miel, para que decir cómo son mis diente si Rose ya lo escupió todo, en fin, sólo quiero que terminen las confusiones de mi cabeza y que no haya prueba de matemáticas.

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