Relato 2

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Elena y jorge estaban sentados en el mismo sofá. Uno frente a otro. Tenían de por medio el arrope de una manta y el calor del brasero de forma que así combatían el frío invernal del exterior. Ambos se miran con deseo y amor. Quieren besarse pero nadie inicia el movimiento de realizar el romántico gesto. Elena saca su cálida mano de la manta y la posa sobre el rostro frío de jorge. Él, cierra los ojos y se deja acariciar por ella. Para no quedarse atrás, le copia el gesto y le acaricia también la cara a ella, baja hasta el cuello. El cosquilleo que le produce, hace que a Elena se le erize el cabello de la zona. Van poco a poco acercándose y el aliento de ambos se entre mezcla colándose en los poros de la piel. De forma sutil, Elena frota su nariz con la de Jorge y este hace primero rozar sus labios y después, la agarra con fuerza de la nuca, se la echa para si y comienzan a besarse. Mezclan para ellos sus lenguas. Después de muchos besos y caricias, Jorge, hace tumbar a Elena. Ella le sigue besando, él, que nunca a sentido a una mujer (ella tampoco a un hombre ) tiene deseos carnales que quiere aliviar con ella. Comienza besando y lamiendo el cuello de Elena, lo que hace que esta despierte en si su lívido. El continúa bajando y le desabrocha la camisa que lleva, después le quita el sujetador y deja al desnudo sus golosos pechos. Él, los saborea pasando por encima de los pezones y de toda su superficie su lengua que busca entre ellos, el pecado y el placer. La lujuria se apodera de él y le desabrocha ahora el botón y la bragueta del pantalón vaquero que lleva puesto. Se lo baja un poco, lo justo para poder introducir por dentro de la prenda íntima que oculta la vagina, los dedos que buscan hacer de las suyas y dar placer. No está en una buena posición y no los puede introducir enteros y poder realizar el acto de la masturbación. Eso no impide que le pueda alcanzar el clitoris. Lo masajea y juguetea con él, aportando a Elena, un placer casi pleno. Ella se tapa la cara como puede con su mano para que él no le vea la cara de satisfacción que se le queda. Entre pequeños gritos de placer. Le van sucediendo los orgasmos. Hasta el momento tiene tres, pues es multiorgásmica. Recibe tanto placer, que le sobra. Entonces ella acerca entre placeres y gustos carnales, sus manos hacia la bragueta de él. Se ponen de lado. Mirándose uno a otro. Ella le baja el pantalón y el calzoncillo y comienza a masturbarle. Se masturban ahora juntos. Los dos sueltan ligeros gemidos de placer. El cuarto orgasmo alcanza a Elena y pronto, con la piel temblando, el cuerpo placentero, y el calor corporal cada vez más en aumento, Jorge, va sintiendo cada vez más y más gusto, hasta que mil demonios hambrientos y sedientos de cuerpo femenino salen por su hombría. Jorge se apresura. El semen sale de su pene sin que previamente él, halla podido avisar de ello a Elena. Ella asqueda,grita y se lo reprocha :
-¡Jorge! ¡Joder! ¡Me tendrías que haber avisado!
Él que se siente en un gusto carnal muy profundo, pide un tímido perdón.
Luego ella le oferta hacer el amor, pero él, que acaba de apagar su fuego interno, no está muy por la labor. Luego se visten y se asean como pueden y Jorge se marcha a su hogar.

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