Una Historia De Bolsillo.

UN SUSPIRO.

PROLOGO

He aquí mi más grande y preciado tesoro, y no digo que con esto puedas comprar casas y lujosos autos, me refiero a todo lo ya escrito aquí y lo que vendrá, es una pequeña parte y aunque sé que es poco es lo que tengo para dar. - 2017

UN SUSPIRO.

Había en un antiguo reino un viejo con una pequeña casa en la cual vivía solo, o eso decían, pues él no se sentía solo gracias a su viejo chaleco que uso en la guerra y un fino sombrero que compró por una cuantas monedas de oro en el bonito acogedor y arcaico almacén de don Álvaro, ellos dos eran amigos de hace mucho tiempo puesto que crecieron juntos en el mismo pueblo.

Ah - Suspiro, recordando aquella lejana juventud que hoy le atormenta y desfigura su delicada sonrisa queriendo revivir aquellos días en los que solo se preocupaba por si sus uñas estaban levemente finas para tocar su antigua guitarra española frente un público que no le aclamaba pero tampoco lo odiaban pues era inevitable oír ciertos ritmos acústicos que el creaba.

Como cada jueves ese hombre ancestral de chaleco y sombrero decidido salir al parque del reino pero desde que se levantó sintió que ese jueves era distinto así que se dijo a sí mismo:

- ¡Hoy vengo decidido, hoy por fin tomare valor! Que valga la pena haber planchado el chaleco.

Y así mismo por fin, después de 50 años, la miró allí sentada tan bella como nunca antes un tanto arrugada pero su sonrisa asimilaba su juventud eterna, tomo una bella flor que sembró hace tanto y que ahora era una jardín, para embellecer aquel parque que en su tiempo era tierra muerta que servía para endurecer viejos caminos de herradura, y ya con el valor en manos ¡preparado para enfrentar su destino!... se quedó allí sentado.