VI

655 82 21
                                    



-¡Feliz Navidad!-Se escucha el eco de la voz de Megan por todos los pasillos.

-Hoy no es Navidad, Meg-. Dije dedicándole una pequeña sonrisa.-Todavía falta una semana.

-¿Y tú como sabes eso? A duras penas sabemos donde estamos paradas-. Dijo enrollando su pelo para no hacer así la situación más incómoda.

Era cierto, donde estábamos era una nueva parte del hospital, una en la que nunca habíamos estado antes. No podía creer que aquel lugar tan frío y con olor a medicamento pudiese tener un jardín con árboles y flores semejantes.

-Es verdad, no tengo ni la más mínima idea de donde estamos-. Dije mientras le dedicaba una mirada de asombro a todo.

-¡Mira todo esto! ¿Sabes hace cuanto no veía una rosa? Han pasado muchos años...-Megan miraba hacia todos los lados, mientras se iba bailando por todo el jardín, oliendo y tocando todo a su paso.

De repente, a lo lejos, en una pequeña banca, debajo de un gran árbol con flores blancas, veo ese jersey rojo. No puedo evitar acercarme, así que en no más de un segundo estoy a su lado.

-Hola-. Dije simple, mientras me sentaba en el otro extremo del asiento.

-Hola-. Respondió Matthew simple, sin dedicarme una mirada,

-Y ¿Cómo has...

-¿Saldrías conmigo?-Dijo rápidamente, interrumpiendo lo que iba a decir.

Me había cogido por sorpresa, tanto que las palabras no salían por mi boca.

-Está bien, está bien, si no quieres no hay ningún problema, todo estará bien...-Dijo Matthew, quien miraba a un punto fijo mientras que frotaba sus brazos en forma de protección.

-Claro que quiero salir contigo-. Respondí lo más rápido que pude, apretando su mano suavemente para que supiese que seguía aquí.

-Okay, okay. Entonces, ¿Qué se supone que se debe hacer en una cita?-Dijo dedicándome una sonrisa.

-No lo sé, podríamos caminar por los pasillos mientras hablamos-. Dije divertida.

-No creo que eso sería una buena cita-. Dijo juntando sus cejas.-No recuerdo haber tenido una, sin embargo sé que debe ser algo mucho más... especial.

-Entonces, supongo que tendrás toda la tarde para averiguar qué hacer, tú dime a qué hora me recoges.

Matthew me mira especulante.

-Eso será un poco difícil, ya sabes, sin reloj no tenemos ni idea de qué horas son.

-Está bien, ¿Qué te parece después de la terapia grupal?-Pregunté alegre.

-Me parece bien, después de la terapia será-. Dijo mirándome a los ojos.-Nos vemos, Dalia.

-Adiós, Matthew.

<<-No te puedes encariñar con él, Dalia. Te irás en unas pocas semanas, el tratamiento de Matthew tardará años. No lo volverás a ver-.>> Me recuerda mi subconsciente, mientras que observo como ese chico del jersey rojo entra de nuevo por las puertas de vidrio, hacia el hospital

[...]

-¡La terapia ha sido muy divertida!-Grita Megan de nuevo.

-Si que lo ha sido, nos hemos divertido un montón-. Digo mientras le dedicó una sonrisa.

-¿Hacemos un maratón de películas de Disney?-Pregunta mirándome con ojitos de perrito.

-Lo siento Meg, voy a salir con Matthew hoy.

-Está bien-. Dijo mirando al suelo-. Más le vale tener todo muy preparado, ¿Cómo se le ocurre interrumpir una fenomenal tarde de películas de Disney?

-Prometo recompensártelo-. Dije dándole un gran abrazo.

-Okay, Okay-. Dijo rodando sus ojos. -Mejor vayamos a buscar tu ropa, debes estar presentable hoy, Dalia.

-¿Que tiene de malo esta camiseta?-Dije mientras le dedicaba una mirada a mi conjunto del día de hoy.

-No creo que sea lo adecuado para una cita, es decir, mira, está manchada con chocolate-. Dijo señalando la gran mancha café.

-¿Que sabes tú de citas?-Pregunté divertida.

-Al parecer mucho más que tú-. Dijo sacándome la lengua de una forma completamente infantil, mientras entrábamos a la habitación.

El chico del hospitalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora