Los meses siguientes fue todo color de rosa, él me invitaba a salir y le comprábamos vestidos a mi princesa. Íbamos al parque de diversiones y la pasábamos de maravilla, así fue hasta que cumpliste tus nueve años. Luego de eso, tu padre desapareció de la nada, dijo que iba a comprar galletas al supermercado y estuvimos esperándolo por horas. Cuando ya habían pasado cuatro horas, yo me asusté y lo fuimos a buscar. Una conocida que trabajaba ahí me dijo que tu padre había llegado como a las once y cuarto, y a las once y media ya se estaba yendo. Le había dicho que se cuidara. Agregó que estaba con una expresión alegre porque dijo que íbamos a ver una película los tres. Lo raro era que de la casa había salido a las once y ya iban a ser las cuatro de la tarde. No me costó mucho entender que se había ido con la estudiante de Derecho, pero al menos me habría gustado poder darle un último beso, siquiera un abrazo, un te amo, algo...
Ya llevábamos nueve años aparentando felicidad por nuestra pequeña Florencia. Salíamos los tres, le comprábamos sus cositas, la teníamos en un buen colegio. En un par de ocasiones viajamos fuera del país, también conoció Disneyworld y el paraíso de Hawái. Nunca quise irme de una manera tan fría, sin siquiera despedirme de mí pequeña... Pero si le daba un último beso a alguna de las dos, no tendría el valor suficiente para irme y no se me ocurrió inventar una excusa más barata que decir que iba a comprar y volvía. Incluso le dejé dicho a la guardia amiga que tenía allí que le dijera que estaba entusiasmado por ir a ver esa peli, para que no me buscaras. Espero algún día me logres perdonar; y si aún te lo preguntas, no, con Lorena nunca tuve nada serio y por ella nunca sentí amor... por ti sí, pero todo sucede por algo...
Con un fuerte beso y abrazo
Se despide, Stephen.
Y esa, mi vida, fue nuestra historia de amor.
-¡Sigue, Má! ¡Quiero saber más!- exclama Florencia.
-No hay más, cariño.
-¿Qué hay de Papá?- interroga la pequeña.
-No lo sé, esta carta me llegó la semana pasada mientras tu estabas en el colegio- informa.
-¿Y dejó algún dato?- pregunta curiosa.
-No, pero dijo que enviaría otra porque quería verte para ver cómo has crecido.
FIN.
ESTÁS LEYENDO
Incomprendidos #1 BilogíaAsperger
Short StoryÉl está obcecado en la matemática; vive y se alimenta de ello. No le interesa la vida social, es un incomprendido que vive en su mundo; Ella está ofuscada en la literatura, es algo más social que él, pero no por eso deja de ser una incomprendida que...