Capitulo 13

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El siguiente mes estuvo lleno de más angustia de la que cualquiera tuviera que aguantar. De alguna manera, Minho se las arregló para sobrevivir, la gran mayoría por el amor y devoción de Taemin.

Su cumpleaños llegó y se fue sin las fanfarrias. Una fecha que había sido tan importante solamente ya no le importaba a nadie. En lugar de una fiesta con amigos y seres queridos, Minho enterró a su padre cerca del pequeño estanque en la parte trasera de la propiedad como el hombre lo había pedido.

Nadie excepto la esposa del fallecido príncipe Yunho guardó el luto— ni siquiera sus hijos. Fue enterrado en el cementerio real, como fue su derecho, pero nadie apareció para mostrar su respeto por alguien que no respetó a nadie. En una manera muy pequeña, Minho estaba triste por eso.

Nunca encontraron el cuerpo de Jongdae, pero de nuevo, nunca esperó hacerlo. Su tío era muy cuidadoso en ser capturado o implicado en hacer cosas erróneas. Mientras que pensaba que el imbécil había puesto una mano en la muerte de su padre, tampoco había prueba de eso. A veces era mejor dejar las cosas pasar y dejar el pasado descansar en paz.

La vida continuaba, y ellos tenían que seguir adelante. Cada día era un poco mejor, un poco más fácil y solamente un poco más brillante. Tal vez algún día sería capaz de pensar en su padre, y recordar tan solo los buenos recuerdos, pero tomaría tiempo.

—Todo listo —anunció Taemin sigilosamente colocándose frente al escritorio de Key, esperando a su pareja a que terminara su trabajo—. ¿No tienes algún deber de rey que atender, majestad?

—No te burles, mocoso. —Tenía un batallón de guardias esperando fuera, pero estaba dispuesto a sacrificar su privacidad para mantener las cosas lo más normal posible para su pareja. Curvando sus dedos en el cinturón de Taemin, Minho lo jaló hasta que estuvo acomodado entre sus piernas—. Oye.

Taemin sonrió adorablemente y colocó sus brazos en la cintura de Minho. —Retráctate.

—Pueden hacer eso en otro lugar —Key resopló y empujó a Minho por la espalda—. Y quítate de mi escritorio.

El cambiaforma había regresado como lo prometió, pero seguía actuando extraño, Minho sabía que Taemin estaba preocupado por su amigo, pero aun debían encontrar el problema para tratar de resolverlo. —¿Por qué estás siendo tan idiota?

—¡Minho! —Taemin jadeó y golpeó a Minho en el pecho.

—¿Por qué estás tú aquí? —Key contestó—. Tú no perteneces aquí

—Yo pertenezco a cualquier lugar donde esté Tae. Aunque todavía no contestas mi pregunta.

—No hay nada que decir. Solamente soy un idiota contigo porque no me agradas. Ahora, quítate de mi escritorio y vete.

—Chicos, no peleen —Taemin trató de intervenir.

Key puso los ojos en blanco, y se movió lejos de su escritorio. —Necesito más té. Volveré rápido. —Tomó la taza que estaba aislada, pero Minho le ganó tomándola primero del

escritorio y ganándose un siseo enojado de Key—. Dámela.

—Key, solo queremos ayudarte —susurró Taemin—. ¿Por qué estás actuando de esta manera?

—No hay nada malo conmigo —gritó Key—. ¡No necesito tu jodida ayuda! —Empujó su silla por debajo de su escritorio, lo miró con molestia y salió del edificio.

Taemin suspiró, pero Minho solo se encogió de hombros. Realmente no esperaba más. Comenzó a poner de nuevo sobre el escritorio la taza, pero una extraña esencia llamó su atención. Quitó la tapa, y llevó la taza hacia su nariz y olfateó ligeramente.

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