Nicola se había ido de New York, había abandonado su trabajo, ¿solo para estar cerca mío? esta... ¡realmente loco! yo soy solo una estúpida que no le admite que lo ama, que quiere que se aleje de ella, y él deja todo por mí. Estoy muy confundida, muchísimo. Ahora lo tendría como vecino. Se me haría más difícil olvidarlo viéndolo. Quería matarme. Salí rápido del departamento y lo tomé del brazo, antes de que entrara al suyo.
-¿Qué dijiste Nicola? -mi pregunta fue algo estúpida. -Que vivo aquí, ahora soy tu vecino. Angie, yo no me daré por vencido tan fácil, yo te amo, más que a nada, y no voy a dejar que te alejes de mí tan facilmente. -Estas loco -apreté mis dientes. -¿Y alguien dijo que era malo estar loco por una chica? no tiene nada de malo, Angie -se acercó a mi delicadamente y me acorraló contra la pared- Dime la verdad, ¿de veras no sientes nada por mí? -No, nada -dije sin mirarlo. -Mírame a los ojos y dímelo -me levantó la mirada, haciendo que nos quedaramos mirando fijamente. -Yo... no puedo -admití- te amo -suspiré.
Y después de un año y medio sin sentir sus labios, lo volví a hacer. Ese tacto de sus labios junto con los míos, nuevamente. Me estaba besando, y de una forma tan romántica, demostrándome todo el sentimiento de que me extrañó, tanto como lo extrañé a el. Creo que debo darle una oportunidad, debo permitirme ser feliz, mi felicidad está con Nicola, como he dicho muchas veces anteriores, mi héroe.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
