-Eres un tierno definitivamente. -¿Tú crees? –me abrazó por la cintura pegando su frente a la mía. -No lo creo, lo afirmo mi amor –le respondí sonriendo. -¿Quieres pasar a mi departamento? -Sí, ya que cerraste la puerta del mío y las llaves quedaron dentro... -Ops, lo siento. Pero mejor te quedas conmigo hasta que derrumbemos la puta pared que nos separa. -Tendremos dos cocinas. -Dos baños. -Dos comedores. -Dos habitaciones –dijimos al mismo tiempo. -¿Estás pensando lo mismo que yo? –me preguntó. -Nicola yo no pienso cosas pervertidas. -¡Pero yo no pienso pervertidamente! -Nicola –alcé la ceja. -Ya está bien pienso pervertidamente pero ahora no. -¿No? -Pensaba que una habitación podría dejarla para nosotros, otra para nuestros hijos, y la cocina podríamos dejarla como el espacio de juegos para ellos y para nosotros.
Me conmoví completamente. ¿Formaríamos una familia juntos? Estoy tan feliz de haberme enamorado de Nicola. Es mi hombre perfecto.
-Estoy de acuerdo con tu pensamiento mi amor –sonreí. -Pero los hijos no se hacen solos... -¡Nicola! -¿Qué? –me dijo riendo. -Te amo, tonto
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.