La Reconciliación

Cinco años después

Han pasado cinco años desde ese maravilloso día. Shikamaru y Temari comenzaron a salir desde ese día, estuvieron de novios nueve meses hasta que decidieron casarse por la simple razón de que se extrañaban, la distancia entre ellos los ponía muy tristes.

Poco después de la boda y de la mudanza de Temari a konoha quedó embarazada. Shikamaru se puso a llorar de la alegría y Temari lo molestaba llamándolo bebé llorón, eso nunca iba a cambiar.

Un año después nació su  hijo Shikadai un hermoso niño vago como su padre pero con los ojos y el carácter de su madre. 

La casa cobró vida con la presencia de Shikadai la felicidad estaba presente en sus vidas.

Un año después de tanta felicidad Temari hizo realidad el sueño de Shikamaru teniendo una niña llamada Shikari, tenía el cabello tan negro como todos los Naras, tenía los ojos de la forma de su madre grandes y expresivos pero del color de los ojos de su padre.

Shikamaru estaba muy feliz aún sabiendo lo problemáticos que serían sus hijos.

Temari también estaba feliz ahora tenía a tres vagos en la casa, ya que su hija también hacía honor a su apellido.

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Shikadai llegó a su casa cansado, (como siempre), de la academia. Temari lo recibió con un abrazo.

Poco después tres miembros de la familia Nara almorzaban en silencio.

-¿Cómo te fue en la academia? - Preguntó Temari.

-Aburrido... - Contestó de mala gana Shikadai.

- ¿y a tí Shikari?

- Mendosuke... Problemático, como siempre.  - Respondió.

- ¿A que hora llega papá?  - Preguntó Shikadai.

-Mmmm... Creó que hoy llegará temprano, ayer terminó todo el trabajo que tenía, no creo que llegue tarde.

-Bien... me voy a dormir - dijo Shikadai.

- Yo también me voy a dormir. - dijo Shikari levantándose de la mesa.

-¡Claro que no!- Se puso de pie. - ¡Par de vagos, vallan a entrenar! - Gritó Temari.

-Mendosuke... - Dijeron los dos hermanos.

-Hum - bufo Temari.

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Shikadai y Shikari fueron a entrenar sus jutsus, pero se cansaron de entrenar a los pocos minutos.

-Mendosuke... Ya no quiero entrenar, estoy cansada. - se quejó Shikari.

- Concuerdo contigo.- Dijo Shikadai.

-¡¿Están entrenando?! - Se oyó el grito de Temari desde la casa.

-Si mamá. - Hablaron con voz apagada.

-Mendosuke tendremos que seguir entrenando -se quejó Shikari.

-Hum - bufo Shikadai.

- ¿Que técnica entrenamos ahora? - Preguntó Shikadai.

- Lo que sea menos problemático - dijo Shikari.

- En ese caso... - Shikadai mordió el dedo de su mano haciendo una invocación.

En ese momento apareció una  comadreja similar a la que invoca Temari con su abanico. Shikadai al ser el hijo mayor era el heredero de ésta invocación.

La comadreja se acercó a Shikadai echándose en sus hombros. Era una comadreja gris, un poco más pequeña que la que invoca Temari.

La comadreja saltó a los brazos de Shikari  haciéndole cosquillas. Shikari no había heredado a kamatari pero Shikadai siempre la dejaba jugar con ella.

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Estuvieron jugando con la comadreja unas horas hasta que el sol comenzó a desaparecer en el horizonte.

-Es tarde debemos volver - dijo Shikadai levantándose perezosamente.

-  Bien .. -dijo shikari despertando.

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Al llegar a casa vieron que su padre había vuelto, estaba sentado en la mesa de la cocina mientras su madre cocinaba.

- Ya llegamos - Dijo Shikari entrando a la cocina Shikadai.

- ¡Bienvenidos! - Dijeron ambos padres a la vez.

-¿Qué tal su entrenamiento? -Preguntó Shikamaru.

-  Tsk... Problemático -dijo Shikari sentándose en la mesa.

- Siéntense ¡Es hora de cenar! - Habló Temari.

Poco después los cuatro miembros de la familia cenaban tranquilamente. 

Shikari contó que estuvo jugando con la invocación de kamatari al terminar de entrenar.

Al terminar de cenar los dos niños se fueron a dormir  despidiéndose de sus padres dejando a la pareja Nara solos en la cocina.

Temari recogió los platos llevándolos al lavadero para tener todo limpio mientras Shikamaru la observaba.

Él se acercó a Temari abrazándola por la espalda mientras lavaba los platos.

- ¿Vamos a dormir? - Dijo oliendo el aroma de su cabello.

Temari le regaló una leve sonrisa.

- Si vamos al cuarto ahora que haremos de todo menos dormir - Dijo mirándolo de reojo.

- Me gusta la idea - le quitó el mandil.

-Shikamaru... Los niños... - Trató de hacerlo ceder.

- Están en sus habitaciones, no verán ni escucharán nada. - dijo con voz ronca abrazándola. - Te amo... Y siempre te amaré. - Dijo Shikamaru girandola besándola dulcemente.

- Yo también te amo.... Pero no me harás cambiar de opinión con esas palabras, tengo que terminar de lavar.

-Hum - bufo Shikamaru.

- Aunque... Si me ayudas - dijo colgándose en su cuello - Puede ser que cambie de opinión.

- ¿Y Que estamos esperando?  ¡Empecemos! - Dijo soltandola poniéndose el mandil.

-Hahaha - río Temari.

- ¿Que sucede?

-Nada...  sólo que te ves muy bien con ese mandil - Dijo mirándolo con una mirada cómplice.

-Me siento motivado - dijo besándola.

-¡Termina de lavar! - Gruñó Temari.

Le dio un beso en la mejilla alejándose de él para subir la escaleras dedicándole una gran sonrisa.

- ¡Enseguida voy! - Dijo Shikamaru lavando los platos para ir detrás de su esposa.

La noche sería muy larga...

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Aquí acaba está historia, lamento que halla acabado, pero quiero comenzar con otras historias gracias por leer. 😊😊😊😊😊