Regalame una sonrisa (Serie MELODY 1)

CAPITULO 9

Las clases habían comenzado nuevamente, estaban cursando cuarto año de secundaria, y hasta el momento a la única que le estaba costando llevar el ritmo al aprendizaje era a Samy. Emma y Hunter trataban de ayudarla en los exámenes haciendo trampa,  era la única manera de aprobar, pero el problema era en los exámenes orales, los cuales sin excusa debía estudiar.

A la tarde trabajaba en MELODY, pero ya no era ayudante todo el tiempo, de a poco le habían enseñado a atender a los clientes en las mesas, y así se había ganado el puesto de camarera solo cuando habían demasiados clientes. Le estaba yendo de maravilla, ya que gracias al carisma y la simpatía con los clientes, las propinas eran muy buenas.

Hunter a veces la acompañaba hasta MELODY, pero religiosamente todas las noche iba por ella para que no volviera sola. Era normal para todo el mundo verlos juntos, aun así, las compañeras de trabajo de Samy, incluso Kevin, no dejaban de molestarla diciendo, que Hunter era su novio. Ambos hacían oídos sordos y reían sin darle importancia. Pero cada uno tenia su manera de pensar, su manera de sentir.

Aunque ninguno de los dos volvió a tocar el tema del beso en el cumpleaños de Samy, ambos se sentían cada vez mas atraídos, tanto física como sentimentalmente y Emma era la única que lo sabia, ya que era la que ponía el hombro para que Samy se descargara del peso que le causaba estar al lado del chico que amaba y dejar de lado lo que sentía por conservar su amistad. Por otro lado, Hunter aprovechaba cada momento que quedaba solo con Emma, para contarle como se sentía, y preguntarle si Samy le decía algo sobre el. 

Emma los adoraba a los dos por igual, pero había veces que no soportaba que se amaran tanto y que reprimieran tal sentimiento. Al final, no querían estar juntos para no lastimarse, para no perder su amistad. Pero definitivamente estaban haciendo las cosas mal, ya que cada vez era mas dolorosa la situación.   

Hunter sin darse cuenta había entablado buena relación con su vecina Anna, lo cual ponía furiosa a Samy, y no ocultaba la molestia que le causaba verlos juntos. Un día de mayo, cuando el frió comenzaba a sentirse cada vez mas. Samy salio de su casa a las siete de la mañana para encontrarse con Hunter e ir al colegio juntos como todos los días. Pero ese día, no seria como cualquier otro. 

Anna había salido corriendo con una carta en mano entregándole a Hunter, la distancia no dejaba escuchar nada de lo que hablaban. Pero la invasión de celos se apodero de Samy, quien no dudo un segundo en llegar rápidamente a su lado. Un ataque de posesión y ganas de asesinar a la bajita pelinegra, hizo que tomara de la mano a Hunter y se lo llevara a los tirones.

-Espera, porque me sacas así? Estaba hablando con Anny- Dijo Hunter sin alterarse.

-Oh, ahora es Anny, tanto te gusta que ahora la llamas así? Quieres volver con ella? Adelante. Yo me largo- Dijo Samy totalmente furiosa y fuera de sus cabales.

-Estas celosa?- Pregunto con una enorme sonrisa- Si, estas celosa.- Afirmo al instante.

-Celosa yo? Ja, De la enana esa? Por dios no seas estúpido, solo quiero llegar pronto al colegio, y no quería que perdieras tiempo.-

-Si claro.- Respondió Hunter con ironía. En su interior estaba feliz de verla así. Eso quería decir que sentía algo por el.

-Eres un maldito estúpido.- Escupió entornando los ojos y apretando su mandíbula.

No le quedo mas opción que salir corriendo, de lo contrario Hunter la vería llorar y no quería que eso sucediera. Hunter corrió tras ella y logro alcanzarla luego de dos calles. Allí la tomo de la mano con fuerza y la llevo a los tirones fuera del camino que llevaba al colegio.

-Déjame orangután. A donde me llevas? Suéltame.- Gritaba Samy mientras se sacudía para soltarse.

-Deja de gritar, o pensaran que te estoy raptando o abusando de ti.- Dijo Hunter con la mirada seria y dura.