Capitulo 3: Decepción

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Por fin llega su primera clase de música después de el anterior acontecimiento.
Camila, entusiasmada, busco desde el primer momento que tuvo el instrumento en sus manos como tocarlo.
Mínimamente sabía las notas principales.
Cuando llega la hora de música, Camila extrae, de esa pequeña maleta,el pesado instrumento.
Todos se quedan asombrados al no saber de que se trataba. Claro! Jamás habían visto tal cosa.
El profesor se acerca a ella, y le dice.
-"Señorita,de donde saco eso?"
-"Este..esto..me lo dio.. me lo dio mi tio" contesta avergonzada por que más de la mitad del curso la veía.
Ella siempre fue una niña muy tímida y le costaba mucho hablar en público, pero mucho más en el colegio. Ella jamás leía o participaba en clases por miedo a equivocarse y ser la burla de todos. Prefería quedarse callada
-"Ah, sabe como se toca?" contesta el profesor
-"No.. yo.. esperaba.. esperaba que usted me enseñe.. solo.. yo solo se lo básico.." dice ella tímidamente
El profesor la mira extrañado.
En realidad el tampoco tenía idea como se ejecutaba aquella belleza.
La decepción y ganas de cambiar rápidamente de instrumento que sintió Camila en ese momento la invadió.
Pero no lo dejo, no podía. Le encantaba el sonido que emitía ese acordeón de su fuelle.

Para ella, era la belleza en su máxima expresión.

La pequeña niña tuvo que aprender por si sola lo máximo que pudo de aquel instrumento. No le quedaba de otra, ya que su tío no quería enseñarle y su profesor de música no tenía ni idea de como hacerlo.
Pasaron los meses y ella no dejó de lado jamás ese instrumento. Habían días que hasta dormía con él.
Cada vez que se sentía mal, enojada, triste, feliz, emocionada. Con cada sentimiento que experimentaba se proponía a componer diferentes canciones de acuerdo a sus emociones. Ella sabía que no eran la gran cosa, sabía que le falta un largo camino para poder seguir avanzando.
Pero Camila era feliz con solo escuchar ese sonido tan significativo que provenía del fuelle de aquel, que para ella, era un instrumento mágico.

Ella tocaba por placer, hasta que sus familiares y docentes le exigían más y más.
La niña se terminó cansando. Ya no aguantaba tanta presión. La exigencia de los demás la llevo a odiar algo que amo por mucho tiempo. Dejo de tocarlo..

Creo que hasta el día de hoy esta pequeña personita se arrepiente de haber escuchado a los demás. De haberles dado importancia a sus palabras.

Llegamos a el año más conflictivo para ella.
3ero de secundaria.
Un año de muchos conflictos, y muy pocas soluciones..
Por lo menos no las mejores.

Solo uno másWhere stories live. Discover now