Solo uno más

Capitulo 5: Bienvenida al infierno, Cariño

Decir que la secundaria es "la mejor etapa de tu vida" no aplica para ella. Y creo que no solo ella es la excepción. Quiero creer que la mayoría de los adolescentes de hoy en día no la pasan del todo bien en los últimos 6 años de aprendizaje.

Este año empezó bien para ella, bueno en realidad normal. No podía esperarse mucho de su vida tan aburrida.

Tenía sus días en el colegio donde sus recreos la pasaba rodeada de gente y a la siguiente completamente sola.

Camila se había acostumbrado, sabia muy bien que las cosas no son para siempre y que había que saber disfrutar cada momento (si, aunque sean falsos, para ella "esos" eran sus amigos).

Desde muy temprana edad entendió que todo en la vida tiene fecha de caducidad, hasta las personas tiene su determinado tiempo en tu vida.

Desgraciadamente no lo aprendió de la mejor manera.

Ese año, en tercero, a mediados de julio... las cosas se tornaron desastrosas en su vida.

Un día como cualquier otro, su madre llega muy cansada de su trabajo. Ve, horrorizada, la casa hecha un caos.

Como era de esperarse, discute con sus hijos. Pero en particular con uno, con ella, con Camila.

No sé si lo dije, pero nuestra protagonista tiene un carácter que muchas veces la hace meterse en problemas.

Eres muy testaruda, sincera y sin ningún tipo de filtro, mi pequeña. No estoy juzgándote, creo que más bien te envidio. Me gustaría tener la mitad del carácter que tenías en ese entonces.

Su madre estaba totalmente furiosa, y quiero creer que no midió sus palabras...

-"No puede ser! Siempre lo mismo vos! Jamás vas a servir para nada? No puedo creer que seas tan inútil."

-"Porque siempre me retas a mí? Ellos también son tus hijos!"

Cada vez alzaban más y más la voz. Hasta que en un momento...

-"ME CANSE!" dijo su madre

"YA NO LOS SOPORTO MAS, SI NO TE GUSTAN MIS REGLAS AHÍ TENES LA PUERTA. TE VAS CON TU PADRE. QUE DE AHORA EN MAS EL SE OCUPE DE VOS. YO YA NO QUIERO CRIAR A UN PARASITO."

Parasito... parasito... parasi.. para...par...

Su cabeza no dejaba de repetir una y otra vez esa palabra...

No podía creerlo. La habían echado... la habían echado!

-"Esta bien! Si eso es lo que queres YA armo mi bolso y me voy de esta casa! No necesito nada, ESCUCHAS? NADA de vos" dijo tratando de ocultar sus lágrimas e insoportables ganas de llorar

Ahí, es donde comenzó todo.

Camila dejo la casa donde antes vivía para irse con su padre.

De camino a su nuevo "hogar", charlaba en el auto con el.

-"Camila, esta casa tiene reglas y tenes que acomodarte a ellas. Esto es una decisión definitiva. Si vas a vivir acá no vas a volver más, nunca más, con tu mama"

Ella no lo escuchaba, todavía no podía procesar todo lo que había pasado esa noche.

Lo único que le preocupaba era su sobrino (si, su hermana mayor había tenido un hijo).

Ella tenía muchísimo miedo de que no dejaran que lo viera y que el niño se olvidara de su tía...

Lo demás, lo demás no era importante para ella.

Y así fue, su madre no quería que se acercara a su sobrino. Se lo había prohibido...

Camila no podía, era demasiado para una niña de tan solo 14 años. Su padre no la ayudaba, jamás vio cuan lastimada estaba su hija. Claro! "solo son problemas de adolescentes" "es una etapa". Él estaba muy ocupado con sus propios problemas para poder contemplar como su única hija se desmoronaba poco a poco.

Nuestra pequeña pudo terminar con buenas notas tercero, a pesar de todas las revoluciones que en ese momento surgían en su cabeza y en su vida.

Al año siguiente sabía que tenía que enfrentar más dificultades, la cambiarían de colegio, a uno mucho más cerca de su nueva casa.

En las madrugadas, cuando no podía conciliar el sueño, ella se preguntaba.

-"Sera este año mejor que el anterior? Solo quiero un poco de paz y tener alguien con quien hablar de todo esto..." derramando lagrimas decía, mientras se quedaba profundamente dormida.