Cuando menos lo imaginas (Lucas Hernández)

Capitulo 8

Estabamos acabando el último entrenamiento antes de ir mañana a Arganda ha hacer la exhibición. Lucía no sabia que iba, el único enterado era Lucas.

Me quedaba solo un entero mas para acabar la ronda de 10 entero de los cuales 8 tenian que ser perfectos. Ya tenia los 8 perfectos pero aún asi tenia que acabar la ronda de diez.

—Venga Vane el último y acabamos— me dijo mi entrenadora María.

—Venga vamos a por ellos— continué yo levantándome del suelo.

—Juniors, conjunto vamos ha ver a Vanessa el último entero — les informó— vamos ha hacer un pequeño control, como si esto fuese mañana vale?— me dijo María.

Mire a las senior, las cuales me iban animando por ser el último entero.
Me coloqué en el principio y comencé algo inestable en una dificultad y un lanzamiento casi se me cae al suelo, pero estuvo bastante limpio y correcto. Al acabar todas me aplaudieron y María y Miguel, mis entrenadores, me felicitaron.

—Muy bien Vane, lo tienes ya! — me animó Miguel abrazándome.

—Mañana a tope eh! — dijo María.

—Nosotras iremos a verte— dijo Lou.

—Total mañana lo tenemos libre— continuó Ale.

—Y nos apetece ir a animarte— finalizó Sandra al fin.

—Bueno estirad chicas— dijo María.

—Vanessa mañana a las 9:30 en arganda.— me informó Miguel.

—Vale tranquilo, iré antes. — me miró extrañado — la prima de Lucas compite y sale la cuarta a si que me iré con ellos en el coche, quiero que sea una sorpresa cuando me vea en la exhibición —le expliqué y el asintó con la cabeza.

Tras pasarnos un buen rato estirando y hablando de nuestras cosas, las pequeñas se nos acercaron para despedirse, como de costumbre, y desearme suerte para mañana.

Al salir vi un coche igual al de Lucas, pero yo pensé que eran imaginaciones mias hasta que le ví parado en la puerta de la habitación. Fui corriendo a abrazarle. En esta semana le ví poco, ya que él entrenaba por las mañanas y yo por las tardes.

—Te he echado de menos— dije besándole.

—Yo tambien enana. Te vienes esta noche a casa y así Luci no sospechará mañana— dijo a lo que yo asentí conforme.

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Estabamos en casa de Lucas esperando a que Thèo viniese con la pequeña del entrenamiento. Y os preguntaréis, ¿por qué Lucas cuida siempre a su prima pequeñá? O ¿por qué vive con él?

Lucas me contó que cuando nació la pequeña, sus tiós empezaron a discutir mucho. El padre de la pequeña no aceptaba a Lucía como hija, ya que habia sido un embarazo no deseado. Cuando Lucía tenía apenas 6 añitos su madre tuvo un accidente de coche, en el cual desgraciadamente perdió la vida. A partir de ese momento Lucas comenzó a ser su tutor legal ya que el padre de la pequeña se negaba a hacerse cargo de la niña.
Ella al verse refugiada por su primo le cogió muchisimo cariño. Gracias a él su vida era mejor y ella se sentía agradecida con él.

Cuando Lucas me contó la historia, yo me puse a llorar como una tonta... Me recordó a la historia de mi mejor amigo, el habia pasado por algo parecido y no me agradaba esa sensacion de saber que aún hay gente así por el mundo.

De un momento a otro apareció Lucía por la puerta y tras ella, Thèo.

—Vaneee!!— vino corriendo a abrazarme.

—Hola mi amor— le dije dándole un beso en la cabeza — ¿lista para la comperición de mañana?—

—Sí, pero necesito que me ayudes —me dijo — Lucas no sabe hacerme el moño y Juan no va mañana para hacerme el moño, ¿me lo haces tú? — me preguntó.

—Claro, vete preparando las cosas que ahora subo yo.

La pequeña fue escaleras arriba, mientras yo saludé a Théo y abracé a Lucas.

—Ais que mimosa está mi cuñada— dijo Théo en tono gracioso.

—Calla pelo pollo, que hace mucho que no veia a tu hermano. — dije.

—Te quiero tanto — dijo Lucas besándome.

—No comáis pan delante de los pobres, siempre igual eh— dijo el pequeño de los hermanos a lo que Lucas y yo reímos.

—Vane ya esta listo. — gritó Lucía.

—Ya subo — contesté. — Id haciendo la cena para cuando acabemos cenar, que la pobre estará cansada.

Ambos hermanos asintieron y yo subí ha hacerle el moño a Lucía. Me pidió ayuda para preparar la bolsa y terminar de arreglar el forro de las mazas, ya que lo tenia un poco destrozado. Bajamos a cenar y allí dstaban los chicos con una pizza encima de la mesa, Lucía me miró cómplice y corrimos hacia ellas.

Acabamos de cenar y nos subimos a dormir ya que mañana nos tocaba madrugar.

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Holaaaaa! Perdonadme por haberos dejado abandonadas un tiempo, con eso de que ha empezado el insti otra vez y mis entrenamientos estan siendo algo mas intensos me cuesta encontrar hueco para escribir...
Espero que os esté gustando un beso 😚😚