Capitulo 3: Inesperada reunión familiar

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Me encuentro admirando la gran mansión en la que viví mi niñez. Sonrío nostálgica cuando el torbellino de recuerdos invaden mi cabeza.
Respiro hondo y comienzo a subir las escaleras hasta la puerta. El enorme jardín sigue hermoso como siempre. 
La noche es muy oscura y lo único que se oye son los grillos y mis tacones al chocar contra la superficie del suelo. Aún me faltan tres escalones cuando la puerta se abre de pronto, exaltándome.
-¡Barbara!
- Mierda -suelto tocándome con una mano el pecho. - Joder, ¡papá!
-¿Qué?
-¡Me asustaste!
-Ups - se ríe de mí y yo le doy una mirada de reproche mientras subo los escalones que me faltan. Nos abrazamos y entramos a la casa.

-¿Has estado viendo esas películas de miedo que tanto te obsesionan o qué?- me pregunta burlón mientras cierra la puerta principal tras de sí.

-No hace falta haber visto una para que me mates del susto.

-O quizás ya sufres de los nervios como tu madre.

- Muy gracioso John -se oye la voz sarcástica de mi madre y ambos volteamos para verla caminar hacia nosotros con una sonrisa de oreja a oreja.

-Hola mamá - la saludo con un beso en la mejilla cuando llega a nuestro lado.

-Hola hija, te estábamos esperando. Sobretodo tu padre, estaba ansioso por verte -dice entrecerrando los ojos hacia él y frunciendo los labios en una mueca de sospecha.

-Me di cuenta - le digo, mirando acusativamente a mi progenitor.

-Vamos, la cena ya está servida -dice mamá y cuando nos ponemos en marcha ella nos detiene con su brazo -y solo para que conste: mis "nervios" tienen nombre y apellido, una enorme barriga, dos pies izquierdos y está parado a mi lado riéndose como un cerdito hipertenso.

Nos carcajeamos al dirigirnos hacia el comedor y cuando llegamos a la mesa, me llevo la segunda sorpresa de la noche. Oh mi Dios.

- ¡ABUELA! -grito de felicidad y corro a sus brazos tan rápido como mi calzado me lo permite.

-¡Mi niña! - dice con la voz cargada de emoción mientras me rodea con sus brazos y me aprieta con fuerza, tal vez demasiada para su edad. Las lágrimas saltan de mis ojos sin poder evitarlo mientras mi abuela me soba el cabello y repite lo mucho que me ama.

- También te amo abuelita - digo separándome un poco para verla a los ojos. Me doy cuenta de que ella también está llorando y le seco la lágrimas con dedos temblorosos. -no sabes lo que te he extrañado.

- Y yo a ti mi niña bella. Pero siéntate, siéntate y come que lo preparé con mucho amor para ti.

- Por Dios abuela, se ve extremadamente delicioso. Te luciste -le digo y la beso sonoramente en la mejilla. Ella ríe. - No puedo creerlo, ¿cuando llegaste?

- Hoy mismo. No te dijimos nada para sorprenderte.

- Fueron muy crueles. - les digo mirándolos a todos. - Pero se los perdono porque fue una grata sorpresa.

Todos nos reímos y nos sentamos ahora sí a la mesa. Mi papá en el extremo de la gran mesa rectangular de madera, mi madre a su derecha, yo a su izquierda y mi abuela a mi lado. La comida se ve muy sabrosa y no puedo esperar para devorármelo todo, pero nadie se mueve ni prueba bocado. Eso me detiene y dejo de servirme comida en el plato.

DarkZone ||Justin Bieber||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora