Hazme tuya

recuerdos

esta mañana le hice una llamada a mi madre, tenía que localizar ese diario, tenía que saber que paso con esa chica.

- ¡Hola!  ¡cariño!  ¿como estas? - dijo sollozando

-bien- dije seca - necesito que busques mis diarios, si me conosco aun lo suficiente,  deben estar en una caja de madera debajo de mi cama o ocultas en mi closed, buscalas- le implore angustiada

- tranquila Tif yo las buscare, viajere hoy mismo a New Jersey

-gracias madre

A la mañana siguiente me entregaron dos diarios,  me fui al patio de descanso y comencé a leer .

por fin mi primer dia de trabajo, me siento bastante mal la resaca no me deja descansar y en un par de horas tendré que ir directo a la oficina

me bañe y vestí; con una blusa blanca, una falda negra lisa pegada a mis piernas, arriba de la rodilla, unas zapatillas de tacón no muy altas, amarre mi cabello y me maquille con colores claros, tome un suéter negro de cuello "v" y baje las escaleras donde mi tío me esperaba impaciente.

- ¿no vamos a desayunar? - pregunte

-no, vamos a desayunar en la oficina, tengo mucho trabajo

me resigné, y nos fuimos directo a la oficina, me presento a su secretaria personal, una joven estudiante de derecho, que aparentaba tener 20 años llamada Alicia, cabello castaño claro, ojos grandes, nariz respingada, labios delgados, alta, de curvas pronunciadas, un sensual caminar, voz suave.

Después de presentarme con todos en la oficina, me dejó con alicia, quien me explico como usar la copiadora, y mis funciones se basaban en; contestar y transferir llamadas, entregar documentos y hacer que los firmarán los demás abogados. pasaban las horas y comenzaba a dominar el trabajo,  ocasionalmente alicia y yo platicábamos, la mayoría a las 6:00 pm comenzaban a irse a casa, esepto mi tío que tenia trabajo pendiente, ordene comida china y se la lleve a su oficina, para matar el tiempo gire en mi silla, jugué en la computadora, organize documentos, cuando mire la hora pasaban de las 8:00 pm y éramos los únicos en la oficina, estaba tan cansada los zapatos me estaban matando, y los ojos me ardían, queria irme a casa, puse mi cabeza sobre mis brazos recargados en el escritorio, mis ojos se sentían pesados, estaba a punto de quedarme dormida.

- vamos a casa -me sacudió lentamente

Me incorporé, arregle mi escritorio y tome mis cosas, caminamos al elevador, bajamos ocho pisos sin hablar o mirarnos, era obvio porque, estábamos muy cansados, llegamos al estacionamiento, el chófer nos llevó a casa, llegamos y subi a mi habitación, con rapidez me despoje de la ropa y me tire sobre la cama quedando dormida al instante, por la mañana hize la misma rutina;me bañe y vestí;  con un pantalón negro,  zapatos bajos, una blusa morada manga tres cuartos, con escote y solte mi cabello, llegamos a la oficina;  entrábamos temprano y éramos los últimos en irnos, la semana parecía eterna, en la semana no pude hablar con hugo o susy, cuando llegaba a casa solo iba a dormir y al despertar ellos seguían dormidos, llegó el viernes, era tarde y aún no salíamos, mi tío me llamo a su oficina

-has trabajado bien estos días y hoy puedes salir con susy, te lo ganaste solo no lo comentes con tu padre,  -mostró una sonrisa

-gracias, entonces me voy

con tanto trabajo no había pensado en nada ni nadie, me vendría bien un descanso, bajé al estacionamiento y el chófer me esperaba, en el camino llame a susy, me dijo que aún no llegaba a su casa, que estaría ahí en un par de horas, -perfecto, así podre descansar- pensé.