Hazme tuya

reencuentro

vienen a mi recuerdos de mi infancia, en todos estoy sola, mirando a otros niños en el parque con sus padres amorosos, tenia un pensamiento recurrente, algo retorcido, quería llevar lejos a esos niños y tomar su lugar para que sus padres me amarán a mi, enseguida lo descartaba era horrible.

Todos los días le llevaba una rosa a la señora Sánchez, me sentaba junto a ella mirando por la ventana, ocasionalmente le dirigía algunas palabras a lo que ella solo respondía con una sonrisa, quería ganar su confianza, después del octavo día me dirijo sus primeras palabras.

-hoy no solo quiero ver a través de la ventana.

-¿quiere ir a fuera?

-quiero ir a casa, olvide darle de comer al señor bigotes, ¿cuanto más debo estar aquí? ya les dije que no se donde esta

-no se cuanto tiempo más debemos estar aquí, seguro alguien mas esta cuidando al señor bigotes mientras usted vuelve, ¿que quiere decir con que ya les dijo donde esta? ¿quien?

Se puso a llorar con desesperación, se levantó de la silla, arrojó objetos, dos enfermeros la sujetaron con brusquedad , trate de ayudarla pero solo obtuve que me sedaran.

desperté con mucha sed y desorientada, pregunté por la señora Sánchez pero nadie me daba razón de ella.

estaba sola, encerrada en mi vida antigua en las palabras que escribi cuando estaba "cuerda".

tocaron la puerta trayendome a la realidad, seque mis lágrimas con mis puños y me dispuse a abrir la puerta, era Derek, lo deje entrar se veía contento.

-compre los boletos de avión y vendré por ti mañana para irnos a California ¿ya estas lista?

-claro necesito ver a mis padres, preguntarles algunas cosas

-¿puedo saber que cosas?

-es muy personal

-lo entiendo, solo recuerda que me lo puedes decir y siempre te escucharé

Se quedó conmigo, me preparó algo de comer y después se fue, por la noche trate de dormir, pero zumbaban dentro de mi cabeza las palabras de catering, sin darme cuenta paso la noche y yo no había dormido nada, Derek paso por mi, me sumergí tanto en mis pensamientos que sin notarlo ya estaba en el avión, a pocos minutos de aterrizar y ver a mis padres, a la vida que deseaba dejar a atrás.

Derek me dejo en casa de mis padres con la promesa de que estaría bien y que mis padres al verme olvidarian lo sucedido, esperaba que tuviera razón, se fue y enseguida abrí la puerta con nerviosismo, tanto que mi llave se atoro, y cuando por fin pude abrir mi madre se abalanzó sobre mi con un fuerte abrazó, llenando mis mejillas de besos.

-cariño te extrañe demasiado, no vuelvas a asustarme de nuevo- dijo con la voz quebrada pero feliz

-lo siento, no quise que pasara nada de eso, tome malas decisiones, ¿y papá?

-esta encerrado en su oficina, aún esta molesto, no contigo, si no con Joseph,

-no debería estarlo, fue todo mi culpa

-cuéntame que paso

Nos sentamos en el sofá y le conté todo, ella me escuchó, nunca habíamos hablado tanto tiempo, me dio consejos y acepto que yo fuera bisexual, advirtiendo que debía ser más cuidadosa sobre a quien le contaba y con quien me relacionaba, fortalecimos nuestro vínculo, lo que me recordó las atrocidades que dijo catering.