sola

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cuando era niña, mientras llovía, me gustaba salir, miraba a la gente correr tratando de no mojarse como si la lluvia los fuera a quemar, yo disfrutaba cada gota de lluvia helada chocar contra mi piel, me hacía sentir un poco más viva, pequeños detalles que ahora me parecen insignificantes hacían la diferencia, a veces pienso en poder estar con la "pequeña yo", y me enseñe como volver a disfrutar la vida con cosas que parecen no importar, quiero que se valla el dolor que me ha provocado crecer.

El detective vendrá a verme más tarde para darme el informe de su investigación, yo estoy recordando algunos detalles pero aún son confusos.

Me negaba a creer que la persona que juró protegerme, me había herido tanto, con tan solo un acto, un acto despreciable, profanar mis aposentos, el lugar donde el hacia mágicas mis noches. Jamás se lo había mencionado porque, nunca note mis sentimientos hacia el, no me di cuenta de lo mucho que significaba para mi, había sido egoísta.

Evite mirar a los ojos a Derek, e incluso hablar, me sentía avergonzada por el comportamiento de catering y Hugo, no sabría que responder ante sus interrogantes, solo mire tras la ventanilla hasta llegar al departamento.

- ¿Estas bien? - Dijo preocupado

-huum...-me trajo de mi letargo - si Derek estaré bien, quiero estar sola

-lo entiendo, te veré mañana así podrás pensar

- ok...- dije ausente mientras bajaba del auto

era mi primera noche sola en el departamento, y estaba inquieta, pensé en dar una vuelta, tome mi chaqueta y las llaves, camine sin rumbo, hasta llegar a un bar, pensé que me caería bien una copa, me senté en la barra ordene un tequila, mientras transcurría la noche y consumía cada trago; mi cuerpo intoxicado pedía la cálida compañía de otro ser.

me levanté y me dirigí a la pista de baile, bailaba torpemente, era notorio, sentí que alguien tomaba mi mano y me llevo hasta su mesa, levanté la mirada, era un chico muy apuesto, lo que recuerdo de el era; alto, cabello castaño un poco largo, ojos color miel, labios delgados, sonrisa encantadora, delgado no muy atletico, y vestía de jeans rotos y camiseta ajustada de los Rolling Stones.

- hola ¿como te llamas? - me pregunto al oido

- tif -tifany - dije apenas formulando palabras

- valla estas muy tomada ¿vienes sola? - asenti con la cabeza - eres muy hermosa, yo no te habría dejado sola si fueras mi novia- le conteste con una sonrisa

Me invito a sentarme en su mesa junto a sus amigos, parecía ser un buen chico, platicamos un buen rato, mientras hablaba yo lo miraba encantada por su sonrisa y no pude más, lo bese desenfrenada, el correspondió, me sentí un poco avergonzada, y me tome un momento para ir al baño, al salir  lave mis manos, y aquel apuesto joven me esperaba en la entrada, le sonreí pícara, invitándole a entrar.

Se acercó a mi decidido, guiandome a un cubículo en el baño, al cerrar la puerta, me beso y acarisio, me quito los pantalones con brusquedad, me tomó por la cintura y me cargo, baje una mano a su miembro y lo coloque en la entrada de mi sexo, una vez adentro no se detuvo y me embistió con fuerza, rodé su cuello con mis brazos, acerqué mi boca a su oído y lami su lóbulo hasta su cuello, lo estaba disfrutando tanto que le pedi que no parará y que lo hiciera con más rapidez, me sostenía por las nalgas, me alzó un poco más y con irá me bombeo hasta el extasis.

Satisfecha salí del baño, era muy tarde y camine al departamento, una vez adentro me senté en la sala, un doloroso nudo se formó en mi garganta, y comencé a llorar me sentía tan sola en el mundo, a la deriva, en lo más profundo de mi mente aún creía en el amor, añoraba lo que los demás sentían y yo no entendía, y a la vez me sentía tan estúpida, ya que los sentimientos solo me habían ocasionado problemas.

Hazme tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora