El Aroma que Despides

369 58 6
                                    

Disclaimer:

InuYasha ni sus personajes me pertenecen, son propiedad exclusiva de su creadora Rumiko Takahashi.

El Aroma que Despides

Empecé a despertar despacio, estaba confundida, todo volvía rápidamente a mi cabeza.

Inuyasha y Kikio juntos... otra vez el dolor en mi pecho. Pero entonces lo recordé, sus ojos dorados. Él había ido por mí, me había ido a salvarme del inminente ataque. La había dejado para ir por mí.

Necesitaba hablar con él. Me senté rápidamente en mi lugar y termine de enfocar mi vista. No estaba en el campamente. ¿Dónde estaba?

¿Era un claro junto al rio? ¿Dónde estaban los demás?

-¡Señorita Kagome!- escuche una voz que me llamaba.

-¿Rin?- estaba confundida, Rin venia corriendo hacia mí, mientras Jaken la seguía a corta distancia.

-Señorita Kagome, que bueno que ha despertado, estuve muy preocupada cuando el amo Sesshomaru la trajo dormida- dijo la niña con una voz de lo más dulce.

-¿Sesshomaru me trajo?- no lo podía creer

-Así es señorita Kagome, el amo Sesshomaru la trajo mientras estaba dormida y la dejo aquí para que la cuidemos.

¿Entonces era él? ¿Fue Sesshomaru quien fue a rescatarme? Había estado tan aliviada al pensar que había sido Inuyasha quien había ido por mí. Pero no era así, él se había quedado con ella.

Sentí una nueva opresión en el pecho.

Entonces una idea paso por mi cabeza... ¿Entonces si Sesshomaru no hubiera aparecido? Si no hubiera ido por mí, ¿entonces yo? ¿Inuyasha me... me hubiera dejado morir?

No pude evitarlo, y comencé a llorar desconsoladamente una vez más.

-¿Qué le pasa señorita Kagome?- dijo la niña acercándose a mí -¿Acaso se siente mal?-

-Ya déjala niña, no seas latosa- le dijo Jaken a Rin.

-Pero señor Jaken, ella está llorando, seguro se siente mal- estaba preocupada.

-No pequeña, es que a veces los adultos solo necesitamos llorar- fue lo único que le pude decir para tratar de que no se preocupara.

-Está bien señorita, yo me quedare aquí- era tan inocente.

Rin se sentó a unos pasos de mí, mientras Jaken regresaba a hacer sus cosas. Después de un rato, comencé a tranquilizarme y más tarde, nos sentamos a desayunar juntas.

Pasaron dos días y aun no sabía que iba a hacer, Rin había permanecido a mi lado todo el tiempo. Era tan linda conmigo, Jaken no estaba muy conforme con mi presencia pero no decía nada. Supongo que no se atrevía a contradecir a Sesshomaru.

Ella estaba tan animada, que no podía evitar sentirme contagiada de su alegría por momentos. Pero debía tomar una decisión.

-Señorita Kagome, ¿Esta segura que no quiere esperar a que regrese el señor Sesshomaru?- dijo confundida mientras me observaba.

-Descuida Rin, regresare pronto- dije mientras, me preparaba para partir.

Debía hacer algo, no podía simplemente dejarlo todo así.

Recogí lo poco que traía y Rin insistió para que dejara que Ah-Un me llevara a mi destino.

Acepte su propuesta, ya que me encontraba muy lejos del pozo.

Un Pacto DemoníacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora