hiiii
después de como un año??? más??? tres siglos me dicen??? idk ? vuelvo con la segunda temporada vampírica yas por fin (en verdad hasta yo lo echaba ya de menos)
y eso, que lo disfrutéis ~🥀
Jack.
Desperté de golpe, respirando pesadamente, con mi corazón martilleando mi pecho. Permanecí con los ojos cerrados un par de segundos más, casi como si abrirlos significase exponerme a algún peligro horrible, topándome con la oscuridad de aquella habitación. Antes solía gustarme la oscuridad, la sensación reconfortante de fundirme en ella y no saber dónde empezaba ella y donde empezaba yo, pero ahora, sin embargo, me asustaba de la misma forma que asustaría a un niño.
Había vuelto a tener la misma pesadilla. La pesadilla donde mis padres primero mataban lenta y dolorosamente a Alex, solo para verme sufrir con ello, haciéndome escuchar todos sus gritos de dolor y viendo la sangre caer, para luego matarme a mí. Podía ver sus sonrisas morbosas, como disfrutaban haciéndonos aquello, y veía a Alex apagarse lentamente delante de mis ojos.
Era perfectamente consciente de que solo era mi subconsciente jugando conmigo y el recuerdo de todo lo que había sucedido, atormentándome, pero, de todas formas, me aterrorizaba y me angustiaba. Porque quería recordar a mis padres como las buenas personas que siempre había creído que eran. Quería recordarlos sentados en el sofá con mis hermanos y yo, riéndonos juntos mientras veníamos una película cualquiera en el sofá. Quería recordar a mi madre lavando los platos en la cocina y a mi padre haciendo la cena mientras conversaban tranquilamente. Quería creer que, después de todo, me querían y que no eran los monstruos caza-vampiros con manos manchadas de sangre que ahora veía cada vez que cerraba los ojos.
Me di la vuelta, girándome en la cama de matrimonio que compartía con Alex, solo para encontrarme su lado vacío; era la tercera vez esa semana que me despertaba y él no estaba. Últimamente, parecía que nunca estaba cuando más lo necesitaba.
Suspiré, tragándome las ganas de llorar, y me envolví en las mantas; más buscando refugiarme en ellas que por frío, dado que, por mi baja temperatura corporal, nunca sentía realmente frío o calor.
Habían pasado un par de meses desde el doble ataque de los cazadores de vampiros, desde que mis padres intentaron matarnos a Alex y a mí y desde que la antigua casa de los vampiros fue quemada hasta los cimientos, dejándonos a todos sin hogar.
Desde entonces, todo había cambiado.
Después de aquello, no nos quedó otra que empacar todo lo que pudiésemos e irnos de Baltimore a empezar de nuevo en otro lugar, acabando por ser nuestro destino Los Ángeles. Así que, dejando atrás, a más de dos mil kilómetros, la ciudad donde me había criado y en torno a la cual había girado toda mi vida, no me quedó otra que empezar de cero junto al grupo de vampiros. Una nueva vida lejos del lugar donde había conocido a Alex, donde me había enamorado lentamente de él, con la tranquilidad de noches de verano llenas de aventuras y mañanas perezosas junto él. Pero ahora era un lugar inaccesible, donde todos aquellos recuerdos felices se habían quemado junto a aquella vieja casa en medio del bosque.
Respecto a empezar de nuevo, probablemente fue Zack el que más difícil lo tuvo. Aún a estas alturas, todavía podía verse en las noticias como su familia lo buscaba sin descanso. Sin duda, hablar de familia se había vuelto un tema tabú en aquella casa, donde el recuerdo de familias muertas, padres malos o simplemente personas con las que no volveríamos nunca nos atormentaba a todos de una u otra forma, a más grande o baja escala.
Regla número uno de ser un vampiro: nunca, bajo ningún concepto, te encariñes demasiado por nadie. Hasta los vampiros pueden morir.
Pese a ello, se sentía como si Zack se hubiese resignado a no volver a ver a sus padres nunca más y se había adaptado a las nuevas circunstancias mejor de lo que lo había hecho yo –como siempre.
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〄 the irony of choking on a lifesaver 〄 || נαℓεx #2
Fanfiction« Quería detener el tiempo. Quería permanecer congelados en aquel momento, donde solo estábamos nosotros, en plena noche, pasándonos lo bien, donde no había problemas ni discusiones. Pero era consciente de que, tan pronto como amaneciese, el hechizo...