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24/12/14, 7:35 P.M

Faltan poco para que sea navidad. Algunas personas seguían en las calles buscando por algún regalo, otras estaban cenando en pareja o en familia y otros regresan de sus trabajos, como yo.

Hoy le tengo dos regalos a Jimin: un cuadro con una fotografía de sus padres enmarcada y las llaves de un nuevo y pequeño departamento en Seúl, cómodo para vivir los dos.

Tal vez sea un poco difícil sacar a Jimin de Busan, pero me encantaría vivir con él en un gran lugar como ese.

Abrí la puerta de la casa y noté que todas las luces estaban apagadas (lo cual es extraño ya que a Jimin no le gusta estar a oscuras).

Encendí la luz de la sala y dejé mi mochila y el cuadro sobre el sofá.

—¿Jimin?—no obtuve respuesta—Tal vez esté en la cama ya.

Caminé hasta nuestra habitación y allí lo vi, acostado, aunque de una forma incorrecta; estaba atravesado en la cama, sus pies colgaban de ella, con un brazo cubría sus ojos. Me acerqué para despertarlo y decirle que se acomodar a bien.

—Jimin, despierta—lo moví un poco pero no se despertó. Así que intenté nuevamente ahora llamándolo por el adorable alias que le puse—. Minnie

Tres llamados más y él no despertaba. Comencé a preocuparme.

—¡Jimin!—lo zarandeé con fuerza y seguía sin reaccionar. Yo ya estaba entrando en pánico.

Sin saber qué hacer por los nervios, miré hacia alrededor buscando algo que me diera una respuesta, mi vista pasó por absolutamente todo el cuarto hasta que miré al suelo, entre la cama y el buró, allí estaba mi respuesta.

Un frasco de pastillas para dormir, completamente vacío.
Frasco que no tenía ni una semana de ser comprado.

Saqué mi celular para marcar el número de emergencias y pedir una ambulancia. Expliqué lo que sucedía y di los datos necesarios, dijeron que una ambulancia llegaría pronto.

Al finalizar la llamada, caí al suelo y comencé a llorar.

"¿Por qué lo hizo?" Era la única pregunta que estaba en mi mente.

Limpié mis lágrimas y miré hacia debajo de la cama, ahí vi un papel algo arrugado con algo escrito. Lo tomé y lo leí.

"Lo siento tanto YoonGi, realmente lo siento pero, ya no soportaba más. Lamento el no decirte lo que me sucedía. En la escuela me acosaban; me insultaban, me golpeaban, me juzgaban por cualquier cosa que hacía, llenaban mi celular con mensajes verdaderamente horribles, no soportaba más. No te conté nada porque sería una carga más para ti, ya me ayudabas a pagar mis estudios, con dejarme vivir en tu casa después de que mis padres murieron, tú eres el que paga los gastos de la casa, me obsequias regalos caros que no merezco... Soy un completo inútil. No quería hacerte cargar con más problemas.

¿Cómo es que yo te llegué a gustar? ¿Por qué? Las personas se burlaban de mí por gustarme los chicos. Otros decían que tú solo salías conmigo por lástima, que nadie saldría con alguien como yo.

¿Es verdad, YoonGi? ¿Salías conmigo por lástima?

¿Está mal que me gusten los chicos? ¿Está mal que me gustes tú?

Soy un completo cobarde al recurrir a esto, lo sé. Espero puedas perdoname.

Lo siento mucho, YoonGi.

Te amo."

Al terminar de leer, pegué la hoja en mi rostro y lloré más fuerte. La carta terminó demasiado arrugada y la tinta se mezclaba con mis lágrimas. Tiré la hoja hacia un lado y me arrodillé ante su cuerpo y comencé a llorar sobre su regazo. Él sufría tanto y no me daba cuenta.

¿Cómo no pude notarlo? ¿Cómo no me di cuenta hasta del más mínimo detalle? Soy un imbécil.

Acaricié su mejilla lentamente y así me quedé hasta que escuché la sirena de la ambulancia.

Tears Of... 「YoonMin」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora