Secretos de la Almohada

24 4 0
                                    

Una golondrina mañanera, vuela, firme y alto. Ahí. Justo arriba, justo a mi lado.
No la ves porque no tienes ojos. No sonríes porque solo escuchas. Y eres suave. Tierna y sombría.
Llevas una textura acaramelada que solo me recuerda lo que es materia. Y a mí, un alma triste y delicada, me gustaría ser antimateria.
Desaparecería, y sí.
Sí volaría al lado de una golondrina mañanera. Si es que esa clase de golondrinas existen encima de mi techo. Y también pudiera elevarme por los aires.
Y tu... Sí tu... Tu que siempre me acompañas en las noches, y que tanto me soportas en la madrugada...
Tal vez de verdad, de verdad...

Tu sí me escucharas.

Pero en mis sueños, y remotas utopías. En mis más solemnes y trágicas fantasías. Ahí estás. Sintiendo mi dolor. Acurrucándote conmigo por unas horas... Guardando esos amargos secretos que albergo en mi interior.
Y son dulces, al paladar de mi boca. Y fríos, que llegan a doler.

Te doy la espalda. Y a veces te abrazo. Limpias mis lágrimas, y acaricias mi frente. A veces te exprimo, y siento que estoy viva. A veces te ignoro, y aun sigues ahí.

Ahí. Tendida sobre mi cama. Perdida entre mis sábanas...
Y soñando conmigo, hasta el amanecer...

Otra noche para fingir que estoy bien...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora