Capítulo 3: "Modalidades nuevas".✓

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-«Y cuando se dio la vuelta, sacó a relucir todo su enojo, porque no había cosa que ella odiase más que el simple hecho de que él no se atreviera a mirarle a los ojos y decirle sinceramente que la odiaba. Era cierto que su amor por Jun era real, y justamente por esto era que planeaba dejarle en paz. No quería forzarlo a hacer nada que no quisiese hacer, no quería verlo triste o sentir que aquella bella sonrisa se había borrado de sus labios. Justamente porque...».

-¡Uff! Eso es empalagoso, cámbiale -se quejó un aburrido Uchiha, mientras que bostezaba.

-Itachi-san, por favor, Kasumi trabaja mucho en esto a diario -se quejó Hebi.

-Agh... ¡No entiendo cómo soportas al emo de tu novio, Hebi! Yo en tu lugar ya le había dado una buena dosis de puños para que aprenda a respetar a las personas.

El aura negra de Kasumi era notable y realmente se ponía de malas cuando el novio de Hebi se ponía a quejarse de lo que ella escribía.

Hace ya algún tiempo que venía trabajando en la historia de Naomi y Jun, ella quería ser escritora y debido a que había tenido la suerte de encontrar a un profesor que apoyaba sus sueños y que le gustaba lo que escribía, le gustaba poner en práctica su escritura a diario. «Dime la verdad», era la primera de sus obras literarias y Kakashi -el profesor de literatura-, le daba una mano para corregir sus escritos y aconsejarla, era algo así como su beta y su editor así como también, su profesor favorito.

Que justamente el «emo» -como le decía ella-, del novio de su mejor amiga viniese a quejarse de lo que escribía, la cabreaba un montón.

Se cruzó de brazos e Itachi le echó la lengua.

-Más que emo, eres bipolar, Uchiha.

Y sí, tenía razón. Tenía tantos cambios de humor que no podía llamársele de otra manera. Podía estar feliz y portarse juguetón y al momento siguiente estar con ganas de suicidarse, el punto era que Itachi sencillamente era alguien que ella no entendía. Pero los gustos de Hebi eran los gustos de Hebi y debía respetar eso.

-Hmp... Escribes bien, pero lo empalagoso me da ganas de vomitar.

-¿Ah, sí? ¿Y qué prefieres?-preguntó Kasumi.

-Lo erótico sin más -se rió y aprovechó el momento para pasar insinuadoramente su mano por la pierna de Hebi y levantarle la falda un poco.

Había sido una broma, pero una de muy mal gusto. Al momento siguiente, había sido golpeado con el cuaderno de escrituras de Kasumi directo en la cabeza.

-Pervertido -se quejó Kasumi.

Luego se puso rígida y comenzó a irse pisando muy fuerte, enfadada, como casi siempre estaba cuando Itachi andaba rondando por ahí.

Hebi se rió por lo bajo e Itachi se limitó a sobarse la cabeza mientras que reprochaba:

-Y tú te ríes...

-No deberías meterte con ella de esa manera -le sugirió riendo Hebi.

-Es que si no me aburro.

-Oh, ahí estaban -dijo la voz de un rubio.

Deidara se les acercaba y eso solo podía significar una cosa: Itachi se ponía en plan de emo, como siempre que estaba frente a sus amigos y su novia al mismo tiempo, o bueno, al menos mientras estaban dentro de los límites de la universidad.

-¡Deidara-san! -saludó Hebi.

-El director está convocando a una conferencia, creo que es importante. Sería mejor que vayamos al gimnasio de una vez, el sub-director está con él y saben cómo se pone cuando las órdenes no son acatadas de inmediato.

Padre Soltero. [- En Edición -]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora