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n u e v e

Suga y yo bajamos al sótano estaba todo oscuro, yo iba en frente de él y bajamos las escaleras con mucho cuidado. No vi un escalón y me tropecé.

-Joder, cuidado- dijo Suga tomando de mi cintura evitando que cayera.

-Oh... gracias- volteé a verlo nerviosa, me respondió con una sonrisa inocente.

Bajé con cuidado y prendí la luz. El switch de la luz se encontraba después de las escaleras, vaya genio quien lo colocó ahí.

Había polvo por todas partes, habían algunas cajas, pero estaba casi vacío. Suga se encargaba de subir las cajas a los estantes y quitar el polvo, mientras yo barría y quitaba las telarañas. Después de 1 hora alrededor ya habíamos terminado.

-Vaya, que rápido... ¿no?-

-Sí.- murmuró Suga secando sudor de su frente.

-¿En serio sudaste?.- dije conteniendo la risa.

-Algo.- soltó Suga con una sonrisa.

-Bueno, subo...- dije mientras me acercaba a las escaleras.

-____...-

-¿Sí?- respondí volteando para mirarlo.

-Cuando nos vimos por primera vez...- dijo mirando hacía abajo con una sonrisa.

-¿Qué cosa?- pregunte con cara curiosa.

-¿Por qué te sonrojaste cuando te hable? Acaso ¿te gusté?- pregunto inclinando la cabeza. Su cabello cubría un poco sus bellos ojos oscuros.

-Amh- solté sin saber que decir. -Yo...-

-¿Va todo bien?- se escuchó la voz de Jimin, estaba bajando las escaleras.

-Claro, ya terminamos Jimin- dije con una sonrisa tocando su hombro.

-Tae, te quiere ver arriba ¿vamos?- dijo Jimin haciendo un ademán para que subiera.

-Claro.- dije sonriéndole con los ojos.

Jimin subió y volví a quedarme a solas con Suga.

Solo lo mire por unos segundos. Podía sentir como sus ojos conectaban con los míos, como si quisiera decirme algo. Esos segundos se sintieron como minutos.

Miré hacía abajo y toqué mi nuca y me volteé para subir. Fue el silencio más incómodo que había pasado en mi vida. Cuando me dirigía para las escaleras del segundo piso me encontré a Jungkook. Dios, ¿otro?. Me recordaba al estúpido sueño que había tenido con él ¿Por qué habrá sido?.

-Hola, ____- dijo con una sonrisa.

-Ah... hola Jungkook- murmuré nerviosa.

-¿Todo bien?- preguntó inclinando su cabeza.

-Por supuesto.- dije con una sonrisa. Falsa, obviamente.

-Bueno, te veo por acá- dijo Jungkook sonriendo y tocando mi cabello.

No sentía nada por Jungkook, solo me daba mucha ternura, era muy lindo.

Asentí y subí y fui a la habitación.

-¿Qué pasa Tae?- dije recargada en el marco de la puerta.

-Ya esta todo ordenado-

-Genial-

-¿Estás bien?- preguntó Tae alzando una ceja.

-Sí, solo estoy cansada- murmuré viendo hacia abajo.

-Bueno, ya que está todo ordenado, falta bajar las cajas ¿podrías pedirle a J-hope que me ayude?- pidió Tae.

-De acuerdo.-