t r e i n t a y c u a t r o

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Tomé el libro rápidamente y lo guarde de nuevo en mi bolsa, recibiendo una mirada de confusión y de un tanto inocente de Rox.

— Se me ha acabado la bebida ¿me acompañas? — Suga me preguntó agitando su vaso. Sin decir nada, asentí y me levanté sentía la mirada de Jungkook sobre mí.

Me caminé sintiendo la mano de Suga ligeramente arrastrándome para llegar a la máquina que se encontraba lejos de la mesa. Tomé el vaso de Suga y lo abrí, encontrándome con el vaso lleno lo cual hizo que hiciera una mueca de confusión.

— Yoongi, tienes el vaso...

— ¿Acaso Rox sabe también? — preguntó fulminado con la mirada. No se veía del todo molesto, si no preocupado.

— No sabe nada... no tienes de preocuparte solo vió el libro... — expliqué.

— Si alguien más se llega a enterar...

— Nadie más se enterara, Yoongi. Haré lo posible. Lo prometo. — lo intenté calmar. Tomé su mano y la apreté ligeramente. Suga dejo un beso prolongado en mi frente, acarició mi cabello, tomó su bebida y regresó. Aproveché para rellenar la mía. Pasos se acercaron hacia mi. Vi la mano de Hosek tomar una servilleta de el estante pequeño.

— ¿Cuando me ibas a decir? — preguntó naturalmente. Sentí que se paraba el corazón, seguramente había visto el libro, todo iba a irse al caño.

— ¿De qué hablas? — me atreví a preguntar.

— No sabía que Mel y tú eran tan amigas.

Nunca había sentido alivio y preocupación a la vez. Por lo menos, no era sobre lo de Yuta, pero un gran problema me esperaba.

— Hoseok...

— No me expliques nada. No te preocupes. — sonrió ligeramente y me dió unas palmaditas en el hombro y regresó a la mesa.

Inhalé y dejé salir aires de frustración con las manos apoyadas en la pequeña barra de la máquina. Sentí pasos apresurados con otro aura acercándose a mí.

— OMG, OMG, OMG. — escuché la voz de Rox. La volteé a ver haciendo una expresión para que me respondiera.

— Jin me dijo que si quería quedarme a dormir en la casa...

— ¿Y? — reacomode la tapa del vaso.

— Me daría un espacio... en su cama. — bajó la voz conteniendo su euforia.

— Genial. — introduje el popote al vaso y tomé un trago de mi té. Me recargue en la barra mostrando cero interés.

— ¿Qué te pasa a tí? — preguntó Rox. Al parecer había apagado su emoción.

— No sé, no esperes que esté feliz si tomas mi libro, bastante personal y haces que todos lo miren. — rodé los ojos.

— Es solo un libro por Dios...

— No es solo un libro. — fulminé con la mirada.

— ¿Qué se supone que es? ¿Un libro mágico que curará todas tus penas e inconformidades? — espetó sarcásticamente.

— Es significativo. No puedo explicarte, da igual. ¿Te quedarás en la casa? — cambié el tema.

— Por supuesto, no hay que desaprovechar el tiempo. — dijo falsamente coqueta.

— Me das asco. — pronuncié sarcásticamente haciendo que Rox se riera. Regresamos a la mesa. Hoseok evitaba el contacto visual conmigo. Me partía el corazón haber sido tan mala amiga.

roommates |» btsWhere stories live. Discover now