v e i n t i c i n c o

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Después de que Irene quedó dormida por completo, los chicos y yo volvimos a casa. Estaba aún muy preocupada por mi hermana, de tan solo pensar como le explicaríamos a nuestros padres respecto a lo que le sucedió en Canadá, me causaban nervios.

— ¿Cuando vuelve a casa? — preguntó Tae mientras dejaba caer su cuerpo al sillón.

— Mis padres irán por ella a las 8 a.m — dejé mi bolsa en la mesa.

— Espero y no le vuelva suceder. — comentó Jungkook.

— Amh... — suspiré. — Iré a mi habitación. — me despedí con una sonrisa forzada.

Subí al segundo piso, me preparé para irme a dormir, me puse pijamas y me tiré en mi cama. Observaba el techo de la habitación, daba vueltas en mis mismos pensamientos. Mi celular comenzó a sonar. Estiré mi brazo y contesté la dicha llamada.

— ¿Sí?

— ¡¿Por qué no me dijiste que Irene estaba en el hospital?! — protestó en cuanto respondí la llamada.

Suspiré profundamente, era un suspiro de frustración. — Rox... estoy cansada, te explico mañana ¿va?, lo siento. — tallé mis ojos.

— ¡No! ¡_____! ¡No es posible que no me hayas dicho! Soy tu mejor amiga y no pu-

— Rox, espera. — me sobresalté.

Hubo un gran apagón que me hizo interrumpir a Rox.

— ¡¿Qué pasa?! — preguntó enfadada.

— Rox, que hubo un apagón. Te explico mañana adiós. — expliqué asustada.

— No te creo nada, adiós. — colgó.

En toda mi vida he tenido un solo miedo. La oscuridad. Desde pequeña la detestaba y ahora mayor, nunca cambio el sentimiento.

Inhalé profundamente y exhalé poco a poco intentando calmarme. Tomé mi celular, seleccioné la opción de linterna y la encendí. Salí de mi habitación con cuidado, la luz del celular apenas me permitía ver mis pies. Baje las escaleras con cuidado y los chicos discutían en la sala.

— ¿Que ha pasado? — escuché la voz de Hoseok.

— Que han sido los jodidos interruptores. — pude diferenciar la voz de Nam.

— Chicos... — musité.

Jimin soltó un pequeño chillido al escuchar mi voz, lo cual me hizo sobresaltar. Busqué su cuerpo con la linterna y lo golpeé en el pecho.

— ¡No me asustes! — protesté.

— ¡Pues no vengas de la nada! — exclamó.

— ¿Qué ha pasado y que debemos hacer para que haya luz? — pregunté un tanto nerviosa. — Odio esto, odio esto, odio esto... — canturreé.

— Necesitamos buscar la caja donde vienen los interruptores generales... ni idea de cómo se llama... — explicó Jin.

— ¿Dónde está? — pregunté.

— Ese es el problema, miedosa, no sabemos dónde está. — dijo Hoseok.

— ¿En serio? ¿Podrían ser más inútiles? — burlé.

— Dios, tengo sueño, solucionemos esto rápido. — musitó Jungkook.

Sentí una mano tocar mi hombro. — NO ME TOQUEN, NO ME TOQUEN. — dije asustada.

— Tranquila, soy yo, tonta. — burló Tae y golpeó ligeramente mi nuca, gruñí como respuesta.

— Veamos genios, ¿Cuál es el plan? ¿Quedarnos aquí hasta que un hada madrina venga y nos conceda la luz? — dijo lleno de sarcasmo Suga.

roommates |» btsWhere stories live. Discover now