Capítulo 8.- Pena.

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-Lo único que pido-

-Es que seas sincera con nosotros-

-Nosotros te amamos-

-Pero nos duele tanto que siempre mientas-

—Imouto-san, sigo esperando.

Hikaru seguía observándome, realmente no sabía si iba muy enserio o en realidad quiere burlarse de mí.

— ¿Pueden callarse los dos? ¡Estoy intentado dormir! — El idol estaba acostado en el sofá que está en la segunda planta de la sala. — Si van a hablar, que sea en otra parte.

No había visto a Futo hasta ese momento.
Tal vez no sea el hermano que más me agrade, pero me ha salvado.

— ¡F-Futo-kun! Lo siento... — Trato de ignorar a Hikaru y enfocarme a Futo. — ¿Cuándo llegaste a casa? No te escuche llegar.

— No importa cuánto tiempo he estado aquí, lo único que importa, es que me dejen dormir. — Intenta acomodarse nuevamente en el sofá para recostarse. — Un idol debe descansar correctamente para dar buena imagen al público, por si no lo sabían.

— En verdad lo siento, Futo-kun. — Finge sentirse culpable. — Hikaru-san, terminemos nuestra conversación por el momento, ¿está bien?

— Hmm... — Suspira con resignación. — Muy bien, Imouto-san, pero no olvides que tenemos una conversación pendiente. — Se acerca al oído de Mizuki. — Y en ese momento, ya no tendrás escusas para no responderme. — Sonríe con malicia al ver el rostro asustado de Mizuki, para luego, darle la espalda e irse de la sala.

— Algunas veces, Hikaru-san me da mucho miedo...

— Hikaru-niisan siempre ha sido así. — Me asuste al escuchar una voz tan calmada atrás mío.

— L-Louis-san... — Da media vuelta. — Últimamente todos ustedes me han estado asustando, ¿acaso se ponen de acuerdo?

— Lo siento, Mizu-chan, no era mi intención hacerlo.

— ¡Agh! — Escucho como alguien se mueve de una manera brusca causando mucho ruido. Futo se había molestado. — Iré a mi habitación, aquí nunca puedo descansar. — Se levanta del sillón y comienza a caminar hacia el elevador. — Nunca he entendido porqué ahora todos se interesan por ti, cuando antes ni siquiera hablaban de ti o trataban de encontrarte, hasta había pensado que se habían olvidado de la niña que nos dejo hace mucho tiempo. — Desde el piso de arriba, ve a Mizuku. — Ni tampoco se el por qué regresaste aquí, ¿acaso no te sientes excluida o por lo menos incomoda por venir aquí después de que nos abandonaste?

— ¡Futo! — Ukyo-san le había reprendido a Futo al escuchar lo que había dicho, dejo en el suelo las compras que había hecho en el supermercado para estar a un lado de Futo. — Lo siento, Mizuki, Futo algunas veces no aprende a tener su boca cerrada. — Mira con enojo a su hermano menor. — Creí haberte dicho que trataras bien a Mizuki, ¿no es así?

— Si, si... — Rueda sus ojos. — ¿No te cansas de enojarte siempre?

— Futo... — A Ukyo no le había gustado nada ese comentario. — Creo que le debes una disculpa a Mizuki.

— ¡Tch! — Mira de nuevo a Mizuki. — Lo siento, baka-onee-san. — Deja hablando a Ukyo, simplemente ignora lo que le dice y se va.

— Ukyo-san... — Me separo de Louis-san para subir los escalones y ayudar a Ukyo a llevar las compras a la cocina. — En verdad lamento lo que escucho, pero entiendo a Futo-kun, yo me fui cuando él seguía siendo un niño, le debió haber afectado bastante haberme ido de casa de la manera en que lo hice. — Tomo algunas bolsas que estaban en el suelo.

— No sólo a Futo le afecto bastante que te hayas ido. —Dice esto último en un susurro. — Todos hemos sido afectados por tu "desaparición", pero algunos sufrimos más que otros. — Al igual que Mizuki, toma las bolsas que había dejado hace un momento en el suelo. — Entiendo cómo se siente, pero lo que no me explico todavía, es el porqué se sigue comportando de esa manera cuando has vuelto, debería estar feliz en lugar de tratarte tan hostilmente.

— Ukyo-niisan. — También Louis-san estaba dispuesto ayudar, pero al escuchar a su hermano mayor, dejo las bolsas de nuevo en el suelo y toco el hombro de Ukyo. — Algunas veces, las personas no sabemos cómo tratar nuestros problemas, ni mucho menos, podemos perdonar algo que ha sido muy duro para nosotros, debemos darle tiempo para que asimile todo lo que ha pasado.

— ... — Suspira con cansancio. — Tienes razón, Louis.

— No es fácil perdonar los errores de los demás, yo he causado y sigo causando mucho daño a todos ustedes. — Ukyo y Louis voltean a verse confundidos por el comentario de Mizuki. — Yo no merezco las disculpas de Futo o de alguno de ustedes. — Suelta las bolsas que tenía en sus manos. — Lo siento.

En verdad no estaba nada cómoda que Ukyo-san siempre me este protegiendo, cuando en realidad no lo merezco. Tampoco me gusta que Louis-san siempre me muestre esa mirada de "todo estará bien", porqué no es así.

Me aleje de ellos rápidamente, no deseaba que siguieran protegiéndome y dándome ánimos.

Mientras que caminaba por sin ningún rumbo, casi me golpeo con el pecho de Masaomi que iba en el sentido contrario.

— Mizuki-chan, ¿estás bien? — Las manos del pediatra sostiene mis hombros. — ¿Te hice daño?

— No, no me paso nada Masaomi-san, disculpe si hice que se preocupara, estaba distraída y no vi que también pasabas por este pasillo.

— Mizuki-chan, ¿estás llorando? — Inclina su cabeza para ver mejor el rostro de Mizuki. — ¿Ha sucedido algo?

Ahora Masaomi-san se estaba preocupando por mí.

No merecía la piedad que la mayoría de mis hermanos me mostraban.

-Sigo sin entender que sigan queriéndome después de tanto tiempo-

-En lugar de quererme-

-Deberían odiarme-

-No sólo porqué los he abandonado-

-Es porqué continuo causándoles daño por mis engaños-

Un amor del pasado... se hace presente. [Brothers Conflict]『Finalizada.』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora