Capitulo 57: Mi bebe

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Un mes más tarde Fernando no había visto a Ana desde que la vio salir del hospital. No podía negar que extrañaba verla dormir por las mañanas, pero por otro lado se sentía más seguro estando lejos de Ana.

Esa tarde al llegar de trabajar Fanny de nuevo le hablo sobre cómo ver ese asunto, el estaba casado con ella.

Esa misma tarde recibió una llamada. Otra buena noticia, Angel y Luisa se van a casar. Y otra en la que le aseguraron haber arrestado a Doroteo.

No se podía sentir más feliz.


-¿Entonces si le vas a cambiar el nombre?.

-Si, mi pequeña se va a llamar Fernanda, como su padre. Sigo soñando que el vuelva a querer estar conmigo, que me perdone por el daño que le hice. Tengo tantas ganas de decirle que su hija se llamara igual que el.

-Vas a ver que ya casi va a pasar eso.

-He esperado mucho, puedo esperar más.

-¿Iras a la boda de tu hermana?.

-¡Por dios!, ¿pero que pregunta es esa?, yo y tu somos las testigos no podemos faltar.

-Solo era un sobre aviso.

-¿Cuando volveremos a ver a Ana?...

-¿Me preguntas a mí?...

-Siempre me evades la pregunta papá.- Alicia se cruzó de brazos.

-Pues tal vez sea por qué no puedo contestarla.

-No quieres contestarla, mejor dicho pa.

Ana estaba arrullando a su bebe, cuando se quedó dormida tomo el celular de la casa y marcó el de la mansión, era tarde, pero como siempre ella sabía quién estaba despierto.

-¡Bueno!...
-Buenas noches Fernando.
-¡Ana!, que bueno que llamas, él acta de divorcio estará lista en un par de semanas...
-¡Que!...
-No te preocupes por la bebe, ni por ti, te voy a dejar una buena cantidad de dinero.
-Fernando.- se le quebró la voz.
-No es verdad Ana, nunca te dejaría. Te pedí tiempo, y no pareces respetarlo.
- Tú no pediste tiempo, pediste que me fuera de tu vida.
-Arrestaron a Doroteo.
-Me alegro.
-Que pases buenas noches Ana.
-Igual Fernando. Te amo.-el colgó.

Al día siguiente el despertó con unas ganas inmensas de ir a buscarla, pero no quería.

Salió temprano de su casa y llego en donde Ana vivía.

Dio dos golpes sobre la puerta con los nudillos de sus manos.

Fue hay cuando la vio despeinada, somnolienta y con su pijama.

-Hola Ana.- se acercó y le dio un beso en la mejilla.

-Hola Fernando. ¿A que se debe tu visita?.

-Quisiera ver a mi hija.

Jennifer salió de la habitación y cruzó sus manos al verlo y escuchar lo que dijo.

-¿Así como si nada señor Fernando?, ¿después de las cosas tan crueles que le dijo a Ana la última vez?...

-Jennifer.

-Perdóname Ana, pero este señor no debe de tener cara para venir a buscarte después de lo que te dijo no. Cuidado por qué le puede hacer daño.

Amo tus besos #FerAnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora