Capitulo 54: Reencuentro

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Una semana después Ana se encontraba cada vez más deprimida, comía demasiado poco, salía de su habitación solo para ir con los niños, Fernando trataba de acercarse a ella, pero sin querer solo lo alejaba.

Esa tarde, como las últimas otras, ella estaba en la cama, recostada, mirando a la nada, apuntó de quedarse dormida. Unos ruidos la asustaron, era la lluvia. Se levanto de la cama y se acercó a la ventana, hizo la cortina un poco al lado y observo cómo caían las gotas de agua.

Fernando salió de su oficina a las seis, pronto llego a su casa y como había sido últimamente sus hijos estaban en la sala esperándolo.

Los saludo y después subió a su cuarto, entro y la vio de pie frente a la ventana.

-Mi amor...-se acercó, la tomo de los hombros y noto como al voltearse hacia el, se limpiaba rápido las lágrimas que estaban sobre sus mejillas.

-¿si?

-No me gusta verte así...

-¿Y como quieres que me vea?, ¿feliz?, ¿feliz por qué mi hija no está conmigo?.

-No; yo no quise decir eso.

Ella se tapo el rostro con sus manos:-¡Perdón!, cada vez me vuelvo más insoportable, más fría, pero... ¿una semana?, qué tal que ya nunca la volvamos a ver.- comenzó a llorar de nuevo.

-No, no. Cancela, cancela, cancela...

Ella, por primera vez en esos días sonrío.

-Ojalá fuera así de fácil.

El acercó sus manos a su rostro, eliminando el rastro de las lagrimas con sus pulgares, acarició sus mejillas y la vio a los ojos.

Sonrieron mutuamente, para después juntar sus labios en un beso lento y tierno.

Luz los estaba buscando, la puerta del cuarto estaba abierta, se asomó y sonrío.

Fernando tomaba a Ana de la cintura, ella rodeaba la espalda de el suave. Sus labios iban en un perfecto compás de sincronización.

-¡Papi!, ¡mami!.- luz entró corriendo, después de observar un buen rato a sus padres.

-¡Luz!.- dijo Ana separándose de Fernando.

-Por fin se hablan...

-¿por qué lo dices?- preguntó Fernando.

-Últimamente Ana casi no ha bajado, y tu llegabas tarde de tu trabajo, una semana, pero eso fue mucho.

Los dos se voltearon a ver.

El sonido del teléfono de Fernando comenzó a escucharse.

-¿Si, oficial?
-Necesitamos que intente comunicarse con Isabela en estos días, intentaremos rastrear la llamada , pero para ello, claro que tiene que venir con nosotros.
-Claro, ¿le parece mañana?
-Perfecto.
-Bien, hasta pronto- cuelga.

-¿qué pasó Fernando?

-Nada, solo sugerencias.

-¿quieres ir a cenar?-.

Ella solo asintió. Bajaron los dos junto con luz.

Al día siguiente, lunes.

Amo tus besos #FerAnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora