Epílogo

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Pasaron dos largos meses desde que dejamos atrás nuestro planeta. Cumplí aquello que prometí; he cuidado a mis hermanos desde entonces y juntos tratamos de sobrellevar la situación de la manera más normal posible.

Una pantalla en el comedor era el único medio de entretenimiento y lo único que había quedado de toda esa vida tecnológica que nos caracterizaba. Además, este aparato sólo retransmitía programas y películas viejos, que provocaba el desconcierto de la mayoría debido a la extrañeza de ciertos conceptos y costumbres. Sin duda, agradezco esta distracción.

El resto del tiempo jugaba con mi hermanita para tranquilizarla, todos lo hacíamos. El tiempo a solas hizo que se formara un gran vínculo entre nosotros, cosa que imagino que sucedió con el resto. Por primera vez en mucho tiempo teníamos una convivencia más allá de lo virtual, y sé que parece exagerado, pero siento que por fin conozco a mis hermanos. Ari deseaba ser una pianista digital y es aficionada a recrear escenas de películas, mientras que a Luka le encanta lo concerniente a naves y a la cocina. ¡Incluso descubrí que mi mejor amiga tenía un romance secreto y trágico! Creo que todos nos sentimos avergonzados al darnos cuenta de lo poco que sabíamos de los demás, pero lo que logramos construir juntos valía la pena.

Por otro lado, puedo decir que ya me es posible recordar el sacrificio de mis padres sin llorar, solo puedo agradecerles por todo lo que hicieron por nosotros. Fueron miembros fundamentales de la sociedad en la que vivíamos que vivieron en las sombras. Habían dado batalla para asegurarnos un lugar a salvo, o eso me comentaron. Habían permitido que el gobierno los responsabilizara del desastre cuando todos teníamos responsabilidad y parte al no haber cuidado nuestro planeta.

Me siento feliz de haberlos tenido como padres, y agradezco todos los buenos momentos que tuvimos juntos, y que a pesar de nuestra limitada convivencia, estuvieran presentes.

Aún tenía secuelas por haber respirado aire contaminado, por lo recibía un tratamiento para mejorar, fuera de eso creo que estaba bien, al menos físicamente hablando. Los demás tampoco padecían secuelas físicas, cosa que me alegró. No obstante, todo el daño psicológico era algo que estábamos tratando de sobrellevar juntos.

Una semana después de aquellos dos meses se escuchó el aviso. Habíamos llegado. Nos sorprendimos y nos alegramos de tal manera que podría compararlo con la sensación que tuvieron los conquistadores de América al pisar tierra después de tanto tiempo. Cuando nos pidieron que bajáramos al living no pudimos evitar sentirnos emocionados. Estábamos preparados para volver a empezar, y esperábamos no volver a cometer los mismos errores que nos obligaron a escapar de la aniquilación que nosotros provocamos.

Finalmente llegó el momento. Nos agruparon y vimos como poco a poco se abrían las grandes compuertas de la nave, dando comienzo a nuestra nueva vida.

Fin

Escapando de la AniquilaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora