Como dice la canción, nunca llevo el corazón encima por si me lo quitan. Porque ya lo han usado varias veces, y nunca ha sido para quererlo. Porque ya no sé si sigue ahí o huyó hacia donde no alcanzo a comprender. A veces le hablo, bajito, para que mi orgullo no nos escuche, para que mi ego herido no se meta por medio. Y le pido que vuelva, pero que se tome su tiempo. Que busque las vendas que necesite, que le eche bien de alcohol a sus heridas para que sanen. O para que cicatricen, que ya es hora. Pero no responde. Espero que esté donde esté por lo menos ría. Y salte, baile, y viva la vida. Y cuando lo haya hecho que vuelva. Y que se vuelva a dejar querer. Que a ratos lo necesito.
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Te planto un verso si tú me prometes dos.
عشوائيAunque soy fría y rubia, como la cerveza.