Te planto un verso si tú me prometes dos.

A ese: Y si te dijera que...

Que ya estoy despierta, pues me he pasado el tiempo soñando contigo. Contigo y con nosotros, cuando éramos aquello que nos hacia tan jodidamente felices. Una droga, o quién sabe qué era eso. Amor lo llaman otros. Sea lo que fuera soñaba todas las noches con volver a tener eso, esa sensación de ser capaz de todo, gracias a tener a esa persona a tu lado. Y es que a veces conoces a alguien muy especial, que te saca sonrisas como si hubiera nacido para ello. Como si hubiera sido creado para ese fin. Y un día todo se esfuma. Y pasa a ser alguien que ya no es quien tu conociste y pensabas que era. Ahora es ese, ese desconocido que te mira con indiferencia. Ese que ha separado el con del tigo. Y el nosotros lo ha divido en tú y ese. Porque suena triste, pero se ha quedado en eso, en ese. Que se da la vuelta y te preguntas qué ha pasado para llegar a ser dos cualquiera como si nunca antes se hubieran amado.