Quimioterapia.

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Aún no podía creérmela, ¿mi madre morirá?, desperté y eran las 6:00 am, faltaban dos horas para ir a la escuela, aunque en verdad no estaba emocionalmente bien, quería ver a Charly y a Kenzie, hablar con Margot, devolver el libro al señor Brad, pero aun con eso no queria ir a clases.
Mi madre me dio una manzana, como no había hecho de desayunar, me la dio para no irme con "el estomago vacio".
Cuando llegue a la escuela, mis amigos me esperaban, ni uno hacia sus actividades de antes, prácticamente solo de la pasaban besándose, en realidad era algo incomodo.
Cuando entramos a clases de ciencias, Margot me hablo, nos tocó hacer un proyecto en el que utilizáramos la tecnología para satisfacer necesidades humanas.
-ok, ¿que vamos a hacer?- dijo Margot.
-no lo sé, ¿nos juntamos al rato?- le respondí
-claro, ¿en mi casa?- dijo.
- si, la verdad es que prefiero estar fuera que con el imbecil de mi padrastro- le respondí.
Cuando llegue a casa me apresuré a cambiarme para verme con Margot ya que Dale me había puesto a recoger su desastre que había hecho en la cocina.
Me puse una camisa de cuadros rojos con negros, una playera negra, unos jeans de mezclilla y unos tenis rojos, mi madre me presto el auto de nuevo, con la misma condición.
Cuando iba conduciendo vi una peluquería, había muchos maniquíes con pelucas, pensé en traer a mi madre aqui, cuando finalmente se le cayera el pelo por la quimioterapia.
Lo único que me reconfortaba es que en dos días era mi cumpleaños y finalmente iba a tener 18 años, tendría poder sobre mí vida.
Cuando llegue a la casa de Margot, toque la puerta y vi a Chuck, me invitó a pasar y Margot bajo a la sala.
-Gracias Chuck, Mark sígueme- me dijo.
-no hay de que- contesto Chuck.
-si, claro- le conteste.
Subimos a su cuarto, y me di cuenta de que no era el tipo de chica que yo creía, ya saben, con el cuarto rosa, casi todo rosa, maquillaje, revistas de chicos, póster, no, nada de eso, en cambio su cuarto era beish, en una parte de su pared había escrita una parte de un libro, tenía un estante lleno de libros, de hecho nada en ese cuarto era rosa, lo más cercano era color coral y lo único con ese color era su vestido, que llevó a la cita.
-¿Quieres empezar?- me dijo.
-Amm, si- le conteste.
Empezamos el proyecto, que era difícil pensar en algo para ayudar al medio ambiente o a la humanidad, así que pensamos en hacer un proyecto  que demuestre las reacciones quimicas.
Cuando volvi a casa mi madre preparaba un pastel, como ultimamanete no ah tenido trabajo, asi que decidio vender pastelillos.
A la mañana siguiente mi madre se habia vestido muy rápido, estaba muy nerviosa por eso de la quimioterapia, cuando salimos tomamos el auto y nos fuimos.
Cuando llegamos, un chico como de unos 30 años nos recibió, dijo que tendríamos que esperar un momento, ya que en ese momento estaban atendiendo una niña.
Después de unos minutos el doctor nos pidió que pasáramos, mi madre se sentó en la silla y después se recostó.
-¿Todo bien madre?- le pregunte algo preocupado.
-si, estoy bien hijo- me respondió.
El doctor nos dio un sombrero, aunque más bien parecía un sombrero de los años 80's, nos dijo que era por qué la sustancia hacia como efecto el vomito.
El doctor puso la aguja en la vena de mi madre y el líquido empezó a pasar, nos pidió que volviéramos la próxima semana para seguir con el tratamiento.
Cuando salimos de ahí, mi madre y yo decidimos pasar a ver a Kenzie y a su madre, era de esperarse que Charly estuviera con Kenzie en su casa.
Pasamos, nos quedamos unos minutos mientras mi madre tomaba un té con la señora fredenger.
Nos fuimos a casa y Dale estaba en la casa, me dirijo a mi cuarto y empecé a leer un libro que Kenzie me había recomendado, para ser exactos el libro era "the Katherne theorem".

El intercambio de la vida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora