¡¿Y esa loca!?

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—Rigby, ¿quieres ser mi novio? – esas palabras resonaron en toda la sala. – por favor... No me dejes solo, siempre... – se acerca para abrazar a Rigby y dice a su oído – siempre te he amado.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Rigby, sus sentimientos eran correspondidos. ¿qué más necesitaba?

— Mordecai... Yo también te amo, siempre lo hice pero... ¿qué hay de tus ex novias? ¿y Margarita? Esa tipa está super demente, ¿Y si me quiere matar?

— Rigby, primero prometo que nadie nunca te tocará. Y segundo, ellas no están en mi vida ni estarán nunca más. Aparte podremos vivir aquí y ser la pareja más feliz y... – toma a Rigby por la cintura – ...la más activa también, ¿no? – sonríe de costado.

—Me vas a matar – ríe el pequeño – ya sueltame Mordecai!

El moreno se ponía rojo como tomate, Mordecai lo llevó hacia su cuerpo y comenzó a besar su fino cuello, dejando pequeñas marcas de los chupetones.

—Anda Rigby, se mi novio, juro que siempre estaré contigo – lo besó en los labios – eres todo para mí.

—Esta bien, seré tu novio, porque te amo Mordo... – lo tomó con ambas manos a los costados de su cara para llevarlo hacia él y besarlo. Primero fue lento, dejaban que aquellas mariposas que se sentían en sus estómagos, fluyeran. Estaban emocionados, es como si fuera la primera vez que fuesen a vivir juntos, la primera vez que compartirian una cama, como si fuese la primera vez que cada uno sentia la piel del otro.

— Te amo... Te amo con locura, por favor nunca me dejes... – repetía Mordecai mientras abrazaba por la cintura a Rigby, y besaba su cuello, tenia una gran obsesión con su aroma y su delicadeza. Con su pequeño cuerpo, (y ese gordito trasero 7u7)

— Jamás lo haré. – dijo Rigby, dejando que Mordecai lo llevara de nuevo a su cama, para hacerle el amor una y otra vez. Quería asegurarse de que cada parte de su cuerpo le perteneciera.

[Mientras tanto...]
【Llamada telefónica】
X 1 — Necesito que vengas conmigo, ¿Acaso no entiendes que es grave? ¡Es muy grave!
X 2 — ¿Por qué me molestas ahora? ¡Déjame sola! Ya arruinaste mi vida antes, véte a la mierda.
X 1 — Él también nos arruinó nuestras vidas, ¿no podemos hablar al menos? Un poco.
X 2 — Está bien, pero nos vemos en mi casa en media hora.
X 1 — Allí estaré. Adiós.

【Fin de la llamada】

-

— RIGBY! ¡RIGBYYYY! – Gritó Mordecai desde el baño, el pequeño estaba asustado.
— ¡¿Qué sucede?! – contestó.
— ¿Tú pusiste tintura rubia en el envase de shampoo...?
— ¿Q-qué...? Yo... – Rigby tartamudeaba mientras sus mejillas se ponian rojas, era obvio que queria hacerle una broma.
— Si, tú... – Mordo sale del baño con una toalla solamente colocada en su cintura, el cambio de imagen tuvo un resultado diferente. Rigby no podía evitar morderse el labio y eso... Eso provocaba muchísimo a Mordecai.

—Deja de hacer eso. – ordenó el rubio, posando su vista en el pequeño, sólo llevaba puesto un calzoncillo y una remera muy grande.

— ¿Q-qué cosa? – no se daba cuenta pero, la marcada erección de Mordecai era gracias a las expresiones de su novio. Tomó a Rigby por la cadera y lo apoyó contra la pared.

— Si sigues con tus bromitas, vas a terminar muy mal... – dijo Mordecai bajando con besos desde la boca del moreno hacia sus pezones.

— ¿Y-y qué piensas hacerme? Ah... – tembló bajo sus besos, la piel de gallina y otra erección más se hizo notar.

— Ya verás... – tomó al pequeño por detras y juntos fueron hacia el cuarto, debajo de la cama de Mordo, habia una caja que nadie había visto. Allí dentro solo se podía ver vendas y muchas otras cosas extrañas.

— Ahora sabrás tu castigo, mi pequeño. – dijo el rubio con una voz sexy, grave, y con una sonrisa torcida que nada más hacia derretir a Rigby, quien se encontraba excitado y nervioso.

Morby. «¿Mejores amigos o más que eso?»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora