☁Vent☁

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El sheriff suspiró cansado mientras se apoyaba en el mostrador de la recepción del hospital, Melissa sonrió con complicidad para después dejar escapar una risita divertida.

— ¿Un día duro de trabajo?

— Sí.—afirmó él con tono fastidioso y molesto inclinándose sobre el mostrador acercando sus rostros.— Gracias a nuestros queridos hijos, de nuevo. 

— No exageres, tanto.—río ella.

— Créeme no exagero.—aseguró él, moviendo los hombros con nerviosismo, un gesto que su hijo Stiles había heredado.— Había un hombre que estaba escapando con un camión lleno de bombonas de Helio robadas y Scott, de una manera muy... ¿Sobrenatural? lo ha intentado detener.— Melissa puso los ojos en blanco ante la anécdota y rió ante la imagen mental de su hijo rugiéndole a un hombre. 

— Intentaban ayudar.

— Sé que no lo hacen con mala intención y sé que lo único que quieren es ayudar... Bueno, al menos Scott, a decir verdad aún no tengo claro del todo que es lo que intenta hacer mi hijo.—dijo él mientras dibujaba una primera y divertida sonrisa en lo que llevaban de conversación.— Pero, no se dan cuenta que de momento ya no necesitamos su ayuda y que lo único que hacen por desgracia, es crear problemas. Sobretodo a ti y a mi.— Dicho esto dejó caer la cabeza sobre el mostrador de la recepción. Melissa puso los ojos en blanco y sonrió.

— Sígueme.—dijo ella mientras rodeaba el mostrador para empezar a caminar por el pasillo del hospital. Stilinski, no tardó en seguirla.

✸✸✸ 

— ¿Dónde estamos yendo?—preguntó el hombre de mediana edad mientras seguía a la enfermera por una planta subterránea del hospital. Ella se paró delante de una puerta, miró a ambos lados como si comprobara que no hay nadie por ahí, la abrió y se giró hacia él con una sonrisa.

— No te preocupes, te gustara.—dijo en un intento de calmarlo. Él, sin embargo se la quedó mirando con una ceja arqueada un tanto inseguro.— Es donde suelo venir después de un día duro donde mi hijo y su mejor amigo me han complicado el trabajo.

Tras unos segundos de duda, Noah entró en la habitación. Era una habitación de cemento amplia, gris y llena de conductos, había una máquina enorme en forma de cilindro a un lateral del lugar y en el suelo y el techo había unas rejillas.

— ¿Qué diablos, es este sitio?—preguntó el Sheriff. 

— Es el respiradero del hospital.—respondió la mujer Mccall simplemente. Entonces lo tomó de la mano y lo condujo hasta una de las rejillas que había en el suelo para después dar dos pasos atrás y sonreír con ilusión mientras juntaba ambas manos expectante. 

— ¿El respira-que?

— Solo espera unos instantes.

— ¿Esperar el... ¡Wo-ho!—exclamó al sentir como una ráfaga de aire caliente salía de la rejillas moviendo sus ropas y su pelo. Rió cuando paró, pero al cabo de unos segundos volvió a sentir el aire caliente salir de ahí abajo. Melissa rió también al verle reír con tanta diversión, entonces el Sheriff la miró como si de repente recordara que ella estaba ahí, la cogió de ambas manos y tiró de ella para que se pusiera sobre la rejilla de donde salía el aire caliente junto a él. De nuevo salió otra ráfaga de aire, más fuerte que la anterior. La risa de la mujer se hizo más fuerte al notar el aire levantar sus cabellos castaños y rizados, su ropa e incluso un poco a ella misma.

— ¿A que te sientes muchísimo mejor?—preguntó ella. Noah solamente asintió observando la fea sala que le había hecho sentir tan vivo y tan bien, donde se encontraba.— Cuando estás aquí, por un rato tienes tiempo y espacio, lo tienes todo.—explicó con una sonrisa mientras la ráfaga paraba por unos instantes. El hombre dejó de mirar a su alrededor para mirarla a ella. En ese momento se dio cuenta que todavía estaban cogidos de las manos.— Y cuando estás aquí sintiendo el aire envolverte, sabes que cualquier cosa puede pasar.

— ¿Cualquier cosa, cómo que?

— Solo espera.— Al minuto salió de nuevo el aire con fuerza y los envolvió moviendo sus cabellos sus ropas y provocando que durante unos instantes el tiempo y el espacio fuera algo suyo. Melissa empezó a reír como una adolescente mientras el Sheriff la observaba sin decir ni hacer nada, solo admirándola, cuando ella se percató de esto dejó de reír y se lo quedó mirando unos instantes. Entonces, al mismo tiempo ambos acercaron sus rostros por impulso y juntaron sus labios con hambre y pasión, una pasión que habían contenido durante casi dos años.

✸✸✸

El Sheriff abrió los ojos sobresaltado y se incorporó. No estaba en ningún respiradero, ni siquiera estaba en el hospital, estaba en su casa. Ante la brutalidad con la que el hombre se había levantado su esposa se despertó y se incorporó como él.  

— ¿Has vuelto a tener el sueño de siempre?—preguntó esta mientras lo cogía de la mano. La palabra "sueño" resonó en su cabeza, a pesar de saber que no podía ser real por distintas razones, había una sensación que lo envolvía como si lo ocurrido en el sueño, lo ocurrido en el respiradero con la madre de Scott, Melissa McCall, hubiese ocurrido realmente.

— No.—negó.— Era distinto al de siempre...

— ¿Que ocurría en él?—preguntó Claudia en un tono de preocupación. Él se giró y la miró por primera vez y pensó en contarle su sueño, aunque se sentía más bien como un recuerdo, se aclaró la garganta y negó con la cabeza, pensó que era mejor no contarle a su esposa que había estado soñando con otra mujer.

— No lo recuerdo.—dijo tumbándose de nuevo.— Pero que más da, tan solo es un sueño.

AN: Por si no quedó claro, el beso entre Sherissa fue situado en el 6x01, de manera que se besaron antes de que Stiles fuera borrado de su mente.        

  

    

✔ᴛᴇᴇɴ ᴡᴏʟғ☁ᴄʜɪsᴛᴇs & ᴏɴᴇsʜᴏᴛs; 3.0✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora