Capitulo 2

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Toda la noche paso piensa y piensa, no sabía porque aquel castaño no podía desaparecer de sus pensamientos.

A la mañana siguiente volvió al lugar donde había estado días antes, escondido entre los árboles en frente de la casa de Jin, el rubio lo observaba. Vio como aquel castaño se despedía de su amigo con un abrazo y cuando este se fue, se escondió para no ser pillado por Jin que parecía haberse dado cuenta que alguien lo vigilaba.



-Tenemos que entrar a esta casa antes de que los dueños lleguen, que es como dentro de una semana – hablaba Leo, enseñándole sobre una mesa las rutas que debían seguir, sin embargo, el rubio estaba completamente en otro mundo, con la vista sobre la hoja pero sin entender absolutamente nada – ¡Ken...KEN!

-¿Qué? – se sobresaltó a la exclamación de su amigo

-¿Qué pasa?! Estoy explicándote todo el plan hace media hora y tu estas en la luna – dijo el mayor

-Es que...yo... - ¿que iba a explicar? ?que estaba pensando en el chico al que le asaltaron la casa y que él casi lo viola? - ...tengo algo que hacer y no puedo concentrarme ahora, pero lo que tu decidas está bien, sabes que iré contigo, pero por ahora tengo que salir ¿esta bien?! – hablaba rápidamente  caminando hacia la puerta para luego salir ignorando al mayor

-¡Ken! ¡JAEHWAN...!pero que le pasa a este idiota – dijo resignado el mayos, últimamente había estado actuando raro, pensativo, fuera de sí. Claro que Leo no sabía los motivos. No quiso preocuparse por su amigo, salió de una habitación para meterse en otra donde su novio leía un libro, una sonrisa se dibujó en sus labios al verlo tan concentrado en la lectura. Lo tierno, romántico y delicado no era lo suyo, más bien Leo parecía como su sobrenombre lo dice, un León, rudo, salvaje, nada delicado. Esas cualidades habían enamorado al de los hoyuelos pero pronto se cansó de él.

Leo sin pensárselo dos veces se arrojó sobre su novio enredándolo con los brazos empezó a besar su cuello.

-Suéltame...Leo, ¡que irritante eres! – respondió el menor liberándose del agarre de su novio, era obvio que ya no lo deseaba

-¡ven acá! – leo volvió a intentar acercarse sin tener éxito

-¡No me toques! – dijo Hongbin con expresión de asco

-¿Que pasa contigo? Hace más de dos semanas que no me dejas ponerte un dedo en cima- reclamo

-¡Y no quiero que lo vuelvas a hacer! – aclaro el menor comenzando a salir de su vista, pero Leo lo impidió tirando de su brazo

-¡Hey! ¿Dime que está pasando? – La situación era por demás sospechosa para el mayor -Acaso...¿no tendrás otro...?

-¡Pues no! y si lo tuviera no dejaría que fuera alguien tan primitivo como tú. Me gustaría que fuera alguien como JaeHwan – dijo Bin casi casi retándolo con la mirada, Leo ya comprendía porque Ken estaba actuando de esa manera aunque eso no era cierto, su novio le hacía creer que así era. Con brusquedad, como lo caracterizaba, le agarro de los hombros a su pareja zarandeándolo y advertirle.

-¡Mucho cuidadito con lo que haces Hongbin! mucho cuidadito. Porque mato a quien quiera que se te acerque, ¡ME OÍSTE! – advirtió empujándolo a un costado con fuerza y desaparecer de allí, dejando a un Hongbin por demás estupefacto.



Mientras en otro lado, un Jin hacia las compras en un supermercado, pero la sensación de ser observado aún no desaparecía, incluso en el súper, daba la vuelta de vez en cuando al sentir que otros ojos lo vigilaban, y no era para menos, en realidad si estaba siendo vigilado y no solo por una persona.

Amor Bandido (KenJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora