Capítulo 10

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¡Estoy de regreso! Aquí les traigo otro capitulo :3

Pov. Narradora

-De... Alissa y su raza, creo que están en Japón, no se para que están ahí, pero lo descubriré, pero necesito tu ayuda, quiero que me des los papeles, sé que tu no entregaste gratis.-dijo la chica con una sonrisa inocente.

-Muy inteligente...-dijo Julies sacando unos papeles de un cajón de madera.

-Así que en verdad lo lograste, como lo conseguiste.-dijo su hija leyendo los papeles.

-Con un poco de poder.-dijo de manera burlona su padre.

-Bueno, yo tendré esto, voy a tener que hacer negocio con ese hombre.-dijo la chica suspirando.

-Que harás cuando lo veas cara a cara.-dijo Julies con una sonrisa sarcástica.

la chica con una sonrisa subió la mirada mirando a su padre, mostrando unos ojos carmesí.

-Asesinarlo.-dijo la chica guardando los papeles.

La chica se paso una semana con su familia, sus hermanos estaban emocionados y felices por que su querida hermana se quedaba con ellos, por poco tiempo, pero ellos sabían que su hermana estaba muy ocupada y que les dedicara un tiempo a ellos, les alegraba.

Y de manera rápida, paso la semana, dejando a los 2 hermanos menores con tristeza, su hermana les había prometido llevarlos cuando pudiese, pero todavía no era el momento, según ella.

Caroline regreso a Japón con el objetivo de proteger a sus amigos y a los idiotas de una pelea que puede ser muy riesgosa, por lo que tenia que tener en cautiverio a los chicos por las mismas razones.

Puede que no les interese, pero aquellos papeles significa ser dueños de algo y ese algo eran los hermanos Sakamaki...

Prácticamente, nuestra protagonista es dueña de todos los hermanos, cada uno de ellos era suyo, su padre había hecho algo bueno por ella, entregándole los papeles de propiedad.

Entro por la puerta principal, con maletas en mano, se dirigió a su habitación con la finalidad de poder tomar una duradera siesta.

Al cabo de minutos, un fuerte ruido la hizo gruñir, acaba de haber llegado de una largo viaje y ahora no la dejan un poco de descanso, con flojera bajo la escaleras, tan cansada estaba que se olvido que podía teletransportarse, arrastraba sus pies a donde cree que a pasado ese fuerte ruido.

Ella quería ver quien era el culpable o la culpable, encontrándose con los trillizos en la cocina, preparando cualquier cosa, menos comida.

-¿QUE MIERDA ESTÁN HACIENDO?-dijo sorprendida al ver todo la cocina hecha un desastre.

-No le grites a ore-sama-dijo el egocéntrico mirándola con superioridad.

-Que esta pasando aquí.-pregunto Reiji, llegando a la destruida cocina.

-Que te lo digan ellos.-dijo cansada, para luego teleransportarse.

regreso a su cama, se puso unos audífonos y con música clásica pudo dormir tranquila, puede que no le hayan recibido de la mejora manera, no sabia donde estaba sus amigos y eso le preocupaba, dejando de lado eso, pudo descansar de los estúpidos hermanos.

A la mañana siguiente vio a todos con cara de sueño, ella estaba bien ya que durmió todas sus horas.

-Que les paso...-dijo mirando a todos.

Todos miraron a los trillizos, los cuales miraban a otro lado.

-Ya entiendo lo que paso.-dijo suspirando.-Reiji necesito hablar contigo.

Todos la miraban atenta, ella los miro y dijo...

-A solas...

todos hicieron un puchero y se fueron a quien sabe donde.

-Y de que me querías hablar?.-pregunto mirándola con indiferencia.

-¿No sentiste unas presencias rondar por la mansión cuando no estaba?-dijo la chica sentándose en un sillón.

-Ahora que lo dices...si-dijo Reiji pensativo.-No les tome mucha importancia.

-Mierda.-susurró-No salgan de la mansión hasta que me cerciórese de que están a salvo.

-No tienes derecho de decir que hacer por nosotros.-dijo el de cabello azabache con molestia.

-En realidad... Si.-dijo dándole unas copias de los papeles.- Desde hoy su dueña.

Reiji leía cada palabra de lo que decía esos papeles, ellos no eran los dueños de Caroline si no Ella era su dueña, su padre los había engañado y ahora están en las manos de una demonio y no una cualquiera, eran propiedad de la princesa del inframundo.

-No te lo tomes a mal, prometo cuidarlos bien.-dijo con una sonrisa.- Solo acaten a mis ordenes o si no le ira mal, muuuy mal.

afuera de la mansión

-¿Cuando podemos llevarlos?.-dijo con reproche una chica.

-Cuando esa chica no este con ellos.-dijo un chico mirando a la bella chica en su habitación durmiendo.

-Es que tengo mucha sed.-dijo la joven con un mohín.

-Tendrás que esperar.-dijo yéndose de ahí.

-No puedo esperar mucho.-dijo con una sonrisa, para luego irse junto al chico.

¿Que es lo que estarán tramando aquellos chicos?

La Maldad en su Mirada(diabolik lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora