너의 그 눈빛 묶어버려 나의 팔과 다리.—MONSTA X
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El chico caminaba seguro por los pasillos de su nuevo instituto. Kim Seokjin, a sus 17 años, era un chico guapo, de buena familia y de buenos amigos. Creció en un entorno familiar de esos en los que cualquier niño querría estar, o al menos al principio, porque no siempre fue así.
Jin no era precisamente el chico nuevo ya que antes de haberse mudado a Busan, él vivía en Seúl con su familia e iba en este mismo instituto con su mejor amigo, Min Yoongi. Se conocían desde que iban en pañal, pues sus madres eran amigas desde bien pequeñitas. Estos dos eran calmados, se llevaban bien y compartian gustoe. Es más, con la mirada, ya sabían lo que el otro estaba pensando. Pero cuando se separaron por la mudanza de Seokjin, se hicieron falta el uno al otro.
No way not funny, 내 시간은 멈춰 움직일 수 없어.
Pensando en los buenos momentos que había pasado con sus amigos, el castaño caminaba por los pasillos vacíos con un poco de prisa, ya que al ser su primer día debía tramitar papeleo en el despacho del director y se había retrasado para su primera clase. Física.
—Mierda.—masculló por lo bajo, acomodándose la mochila que llevaba colgando de un hombro.
Jin había cambiado mucho durante estos últimos años, física y mentalmente. Su pelo había crecido ligeramente en un toque rebelde, sus labios eran más definidos y redondos, y su piel seguía tan tersa y bonita como siempre, aunque bueno, esta ahora era cubierta por tinta en algunos rincones de su cuerpo. Pero eso no era todo. Se había perforado la nariz y el labio inferior dándole un toque sexy y se había agujereado las orejas. Y os aseguro, que eso, no agradó nada a su madre, pero se dio cuenta que aunque le prohibiera hacer tales cosas, él lo haría igualmente a sus espaldas. Así que resignada, tuvo que aceptar que su hijo se volviera un rebelde sin remedio.
다시 내 맘이 돌고 돌아 또 같은 자리.
Aunque seguía siendo ese chico calmado, su lado rebelde había salido hacía ya un par de años cuando en Busan aprendió a defenderse de los demás, y su parte tierna solo la mostraba con quien realmente él creía que lo merecía. Pocas veces se mostraba así, pero con su madre, Yoongi y la madre de este, todo era diferente. Como mucho se lo había mostrado a su amigo Taehyung que hacía mucho que no veía, mas de él si que no sabía nada desde hacía tiempo.
Llegó a su aula y golpeó la puerta tres veces. Al cabo de unos segundos se abrió dejando ver a un hombre de unos cuarenta años, pelo canoso pero bien peinado, con un traje un poco desaliñado que le hacía ver más joven y con una mirada seria pero atractiva.
—¿Seokjin verdad?—el nombrado asintió con la cabeza.—Puede pasar.
Jin entró en el salón sin mirar a nadie, la mochila colgada de un hombro le daba un toque de chulería que no pasaba desapercibido por sus compañeros. Era el prototipo perfecto del típico chico misterioso que salía en esas historias dedicadas a fantasear con chicos con apariencia de moteros; pantalones negros ajustados y rotos, una cadena colgando de un lado, zapatos negros con suela blanca, camiseta blanca y una cazadora de cuero negra. Sí, todo un seductor.
Daydream 꿈을 꾸지, 이 눈부신 환영 이 달콤한 환청.
Se sientó en un pupitre vacío al lado de un chico de pelo aguamarina que estaba a última fila, recargado con la silla en la pared, con los ojos cerrados, escuchando música. Cuando Jin se sentó, el chico abrió una de sus ojos y con una sonrisa ladeada miró de reojo al tatuado.
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BADLY [Jinkook]
FanfictionKim Seok Jin no era un chico cualquiera, y aunque su cuerpo cubierto por tinta le hacía ver de todo menos simpático, solo era un persona en busca de la calma que en el pasado, no se le había otorgado. Por eso, cuando Jeon Jungkook aparece en su vida...