Maybe I just have to let you go, like my broken heart.—The Rose
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Jungkook no sabía muchas cosas de Kim Seok Jin, pero la intriga que le producía el mayor, no se la había generado nadie más en lo que llevaba de vida. Sentía unas ganas profundas de saber los sentimientos del chico respecto a muchas cosas; sus miedos, sus pasiones, que le disgustaba, que no, aunque en el fondo, todo eso lo producía un poco de temor. Nunca se había interesado de esa manera por una persona, ni por Taehyung, y eso, le asustaba. Bufó molesto mientras empezaba a colocar discos en su sitio, y pensó que estaba jodido. No sabía que demonios hacer para arreglar su caos mental. Miró a Suga, que colocaba los discos al ritmo de Photograph de Nickelback, haciendo que en la tiendo se extendiese un halo de melancolía. Los dos adoraban la voz de Chad Kroeger, sobretodo Jungkook, era un tanto rasgada, un poco melancólica, hacía que su piel se erizase cuando lo escuchaba cantar en uno de sus arrebatos de tristeza.
Soltó una carcajada cuando a Yoongi sin querer se le cayó un disco en el suelo por ir tan despistado, a lo que el mayor le sacó el dedo medio, cogiendo el disco para luego ponerlo en su sitio.
—¿Te acuerdas de cuando fuimos a su concierto?—Suga sonrió ante su pregunta y asintió con nostalgia.—No hace tanto, dos años, pero fue un momento muy especial. Mi primer concierto, con mi mejor amigo y nuestro grupo favorito, quien lo diría Yoongi.
—Fue el mejor concierto de mi vida sin duda Kookie.
Yoongi no acostumbraba a usar apodos cariñosos, pero con Jungkook y Jimin hacía excepciones, con el primero, porque lo consideraba un hermano pequeño, y con el segundo, porque lo adoraba. Suga había crecido en una familia humilde, sus padres eran un tanto peculiares, y Yoongi sentía que se ahogaba ante tanta presión y prejuicios hacia su persona. A los dieciséis empezó a trabajar, y cuando pudo reunir el dinero suficiente para comprar un piso, se fue de casa. Sus padres no lo buscaron, no tenían interés, y aunque puede sonar cruel o imposible, hay padres que no quieren a sus hijos y nunca lo harán.
El chico sonrió arrogante ante tal recuerdo, y se llevó un cigarrillo a los labios, para luego encenderlo y darle una corta calada. Sin la ayuda de las personas que se hacían llamar sus padres, logró comprar un piso decente, trabajando, consiguiendo el dinero él mismo. No se sentía orgulloso del todo, ya que el dinero de su primer trabajo, no era del todo limpio, vender droga no le enorgullecía, tampoco le hacía sentir mal, simplemente había métodos mejores, a los cuales él no podía acceder en ese tiempo.
The starlight on night sky, I wonder if they look the same to you.
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Jimin se miró al espejo con tristeza, pellizcando su barriga plana con asco. Llevaba días sin comer adecuadamente, tenía bolsas de un tono morado, muy notorias debajo de sus hermosos ojos cafés, ahora opacos de tanto llorar. Hacía unos días que había vuelto a recaer, y tenía que confesar, que no sentía para nada orgulloso de ese echo. A los quince años sufrió de anorexia, pero con ayuda de sus padres y unos médicos especializados, Jimin dejó de pensar en esas cosas, aunque no lo consiguió del todo. No padecía en estos momentos, de anorexia en estado crítico, y eso él lo sabía, pero había veces donde no podía evitar sentirse mal por haber comido de más, enfadarse porque cierto tipo de ropa no le cabía, o bien, mirarse al espejo y odiar lo que veía. Park Jimin era un ser bello que en silencio, pedía a gritos ser rescatado de su infierno.
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BADLY [Jinkook]
Hayran KurguKim Seok Jin no era un chico cualquiera, y aunque su cuerpo cubierto por tinta le hacía ver de todo menos simpático, solo era un persona en busca de la calma que en el pasado, no se le había otorgado. Por eso, cuando Jeon Jungkook aparece en su vida...