Introducción

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Ahora miro el pasado y sé que no cambiaría nada de lo que he hecho y creanme, he hecho cosas muy estúpidas en mi vida, cosas que han herido a personas que me importaban, que las han hecho felices y enfadadas, cosas por las que me he querido tirar por un balcón, gritar de alegría y rabia o desaparecer del mundo para no tener que cargar con ellas. Pero todas esas buenas y malas decisiones me han hecho quien soy en este mismo instante y no podría estar más orgullosa de mi, todo y que aún me queda mucho por recorrer. 

Una de las cosas de las que menos me arrepiento es de haberme enamorado perdidamente de Dante. El tiempo que estuvimos juntos fue el más intenso de mi vida, como cuando estás en una montaña rusa. Esa sensación mientras el carrito sube y todo tu cuerpo se llena de adrenalina, tu corazón se acelera como nunca, las manos te sudan y tu estás lleno de miedo, emoción y expectación por lo que pasará y una vez deciendes sabes que no hay marcha atrás y todo lo que sentías previamente se intensifica y gritas de emoción porque no puedes creer que estás viviendo algo tan potente. Pues así me sentí con él, mi pecho no podía contener esa energía extra que su llegada me dio. A su lado sabía que estaría segura, que sería feliz, que sería amada, que viviría experiencias únicas, pero con el tiempo vi cosas de él que no me gustaban y todo y que las ignoraba al principio, éstas pudieron conmigo cuando dejé de hacerme la ciega y enfreté la cruda realidad.

Y es que, ¿saben qué pasa a veces con el amor? Pues es como querer coger una estrella. Sí, esa estrella que brilla tanto cuando miras el cielo y te parece tan y tan bonita, única, perfecta, maravillosa... Esa que te hace tanta ilusión ver y tenerla contigo siempre, guardarla para tí y que sea solo tuya, pero no puede ser así, tú no puedes coger esa estrella, solo puedes contemplarla y desear tenerla hasta el fin del mundo. Pues así es el primer loco amor; quieres que sea eterno porque nunca te habías sentido tan vivo en tu vida, nunca habías experimentado algo tan fuerte, algo tan perfecto. Pero esa ilusión de tener para siempre ese amor es igual a la de coger esa estrella, porque por más brillante que sea el presente (y el futuro que crees que tendrás) y esa estrella, nada es para siempre y por eso debemos vivir el día a día y disfrutarlo de verdad. Disfrutar de esa persona como disfrutas viendo esa estrella. 

Como yo disfrute de Dante mientras vivimos nuestra perfecta, corta y caótica historia de amor. 

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